Dos hermanos vendían fruta y verdura en la calle para vivir: ahora, van a la escuela gracias a una recaudación de dinero

por Patricia Zorzenon

13 Julio 2020

Dos hermanos vendían fruta y verdura en la calle para vivir: ahora, van a la escuela gracias a una recaudación de dinero
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De vendedores de fruta a niños despreocupados que frecuentan la escuela primaria. Se llaman Janailton y Janailson, tienen 9 y 7 años respectivamente y son dos hermanos que viven en Alagoga Grande, en Brasil. Los dos niños viven junto al padre Edimildo da Silva dentro de una casa de barro en malas condiciones. Janailton y Janailson lamentablemente no tuvieron jamás la posibilidad de ir a la escuela, dada la pobreza en la que siempre han vivido.

via Razoes Para Acreditar

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La familia no tiene una cocina, ni una heladera y tampoco agua potable, derechos de los que jamás han gozado. Por esto los dos hermanos trabajaban vendiendo fruta al costado de la calle en la periferia de Barreira, la misma fruta que el padre cultiva junto a los frijoles, única fuente de sustento para esta familia tan pobre.

Por esta razón los dos niños no habían jamás puesto un pie dentro de una escuela; hasta la llegada de un locutor de radio de nombre Gustavo Chaves...

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Gustavo Chaves vió a los dos hermanos vendiendo fruta y verdura al costado de la calle y se conmovió rápidamente por sus condiciones, así trató de darles una mano a los jóvenes, aunque con gran dificultad. Gustavo de hecho ha revelado: "Ayudo como puedo, comida y ropa, pero no es suficiente. Los niños tienen necesidad de todo prácticamente. Pido aquí quien pueda ayudarlos compartiendo este problema hasta cuando podamos mejorar la vida de estos niños."

Así, nació una campaña de fondos online para intentar donar la mayor cantidad de dinero posible a la pobre familia...¡y los resultados han sido muy positivos!

Razoes Para Acredtar

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Gracias al dinero recaudado, ahora Janailton y Janailson están frecuentando por primera vez la escuela primaria, mientras que la suma que siguió avanzando ha sido prontamente utilizada para comprar cosas para la casa y reestructurarla. Ahora, la familia de Silva tiene una cocina y agua potable para cocinar.

Solo la voz de un hombre generoso que apareció por casualidad ha sido suficiente para despertar una gran ola de solidaridad en toda la comunidad para que cientos de corazones se unieran para llevar un gran cambio en la vida de esta humilde familia. ¡Nos alegra saber que un mejor futuro les espera a estos dos hermanos!

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