Un hombre ha construido un edificio alto y muy estrecho para bloquearle la vista al mar a su hermano
Quien no es hijo único sabe bien que las relaciones con hermanos y hermanas pueden ser una de las cosas más lindas que tenemos en la vida pero que también, al mismo tiempo, un verdadero problema. No se da tan por descontado estar de acuerdo con otros hijos de la misma familia: en algunos casos pueden ser confidentes, personas preciosas, pero en otros verdaderos enemigos.
Lo saben bien los dos hermanos libaneses protagonistas de la historia que estamos por contarles, una historia de rencores familiares que siguieron adelante por años y que los hicieron conocidos en todo el mundo. ¿El motivo? Dinero, herencia y una consecuente venganza, llevada adelante por uno de los dos hermanos de una manera realmente particular.
via Atlas Obscura
Sandra Rishani - Beirut the Fantastic
¿A quién no le gustaría tener una casa con vista al mar? Probablemente es el sueño de muchas personas y era también realidad para uno de los dos hermanos de los que estamos hablando. El hombre amaba mucho su vista pero no sabía que, por obra del hermano menor, se convertiría pronto en un recuerdo y en su lugar habría visto solo...¡la triste pared de una casa! Pero hagamos un paso atrás.
Sandra Rishani - Beirut the Fantastic
En 1954, luego de la muerte del padre, la división del terreno de su propiedad no fue justa para los dos hijos. Al más grande se le dió la mayor parcela, mientras al menor la más estrecha, con una forma triangular. No fue posible encontrar un acuerdo, entonces el menor, movido por la rabia, decidió que le prohibiría la vista a su hermano para siempre, construyendo en su terreno un edificio alto de tres pisos que entrara a la perfección en su estrecho terreno. En la parte más delgada, de hecho, las paredes miden apenas 60 centímentros; y la más larga 4 metros.
Sandra Rishani - Beirut the Fantastic
Si bien no era lo mejor como casa, el hombre de todos modos había logrado vengarse: el edificio, conocido como "Al'basa", "el rencor" en español, bloqueaba la vista al mar al hermano, donde la casa perdió mucho valor justamente por la triste exposición. Al mirarlo, no se entiende bien si este edificio se parece más a una pared o a una verdadera casa: probablemente son las dos cosas y se convirtió en una especie de rasgo distintivo en la ciudad de Beirut.
Durante varios años el hogar ha sido una casa de citas; luego se convirtió en un refugio para familias desplazadas de la guerra. Difícil decir por cuanto tiempo estará todavía allí: seguramente es la demostración práctica que, entre hermanos, ¡siempre conviene tratar de conciliar y ponerse de acuerdo!
Sandra Rishani - Beirut the Fantastic