Su pequeño está en peligro y mamá gata lo lleva a emergencias: le solicitó ayuda a los médicos
A menudo los animales tienen la capacidad de sorprender. No solo por lo que respecta a su naturaleza, sino por los comportamientos tan similares al de los seres humanos. En las películas o en los dibujos animados se los ve habituados a comportarse como personas, de hecho hablando, pero se trata de una ficción.
Sin embargo, a veces, la realidad logra también superarla, mostrando cuanto estas criaturas están realmente dotadas por un alma. La increíble historia de hoy ha conmovido y sorprendido al mundo de la web.
via T24
En un hospital de Turquía era un día como tantos otros. El habitual ir y venir de la gente, entre pacientes, personal médico y enfermeros. De repente, en el medio a esos ir y venir cotidianos se abrieron las puertas y entraron dos invitados muy especiales.
Se trataba de una mamá gata con su pequeño. Para todos aquellos que los encontraron en el pasillo de ingreso, ha sido espontáneo hacerlos pasar, abriendo las puertas de par en par de ser necesario.
Desde un principio la escena parecía un tanto única y singular. Luego por el rápido ritmo del animal era claro que la situación no era para reírse. El pequeño gato estaba mal y su madre sin pensarlo un momento lo llevó a un lugar donde sentía o "sabía" que la habrían podido ayudar.
Quizás se trató de una casualidad, quizás alguien los dirigió allí a propósito, esto no se hizo saber. Pero lo seguro es que ella sabía que en aquel lugar recibiría ayuda, y así ha sido.
Los enfermeros que estaban libres se acercaron alrededor de la tierna pareja, tomaron al pequeño y lo examinaron rápidamente. Algún otro quedó con la mamá intentando calmarla y tranquilizarla con un pequeño plato de leche y un poco de caricias.
El gatito fue sometido a los primeros tratamientos y cuando ya estaba fuera de peligro, por seguridad fue transportado a un veterinario para un control específico.
La historia ha sido publicada en las redes sociales con las fotos que retratan cada secuencia. Al final todo fue bien, incluso porque en Turquía existe un gran respeto por los animales.
Nos preguntamos que habría pasado en cualquier otro hospital del mundo. Por suerte esta vez, mamá gata y el pequeño aparecieron en el lugar justo.
