Las abuelas son importantes: pueden ayudarte a sonreír incluso en los momentos más tristes
Para quien ha tenido una abuela extraordinaria o para quien la tiene todavía, estas palabras son dedicadas a ella. La abuela es aquella persona que, a veces es más que una madre, nos ha visto nacer y nos ha visto crecer. Cuando nosotros estábamos por hacer los primeros pasos en el mundo que nos rodeaba, ella estaba siempre allí junto a la mamá, orgullosa de nuestras primeras metas. Y cuando nuestros padres estaban fuera de casa, ella estaba siempre junto a nosotros, a cuidarnos y enseñarnos a vivir.
via Psychology Today
Querida abuela, quiero que tu sepas que no olvidaré nunca cuando me recibías en tu casa, cuando junto a ti aprendía lentamente las cosas de la vida, las pequeñas alegrías de un almuerzo juntas, de un paseo de la mano, de una tarde en el parque, de enteros veranos viviendo cálidos días con tu presencia.
En ese tiempo no me daba cuenta, pero tu me estabas enseñando silenciosamente a vivir, a crecer, a ser una futura mejor persona; recuerdo todavía tus maravillosas palabras: "Llora, llora lo que quieras. Pero luego sonríe. Son mágicas las lágrimas iluminadas por una sonrisa. Se transforman en fuerza y en sabiduría."
Porque gracias a ti, querida abuela, he aprendido que a cada lágrima, a cada desilusión, a cada tristeza en la vida, luego llega el sol, la alegría, la felicidad; para tí no existe la resignación, sino una comprensión profunda de que cosa significa vivir con decencia y dignidad. Para todo hay una recompensa, una rendición de cuenta, cada acción buena o mala tiene una consecuencia.
Para tí abuela, no has tenido jamás espacio para la negatividad, la maldad, la venganza y el resentimiento: la enorme experiencia que has conquistado en tus años ha hecho en modo que toda tu sabiduría haya fluído en mi. Y es también gracias al tiempo que he transcurrido contigo, que ahora me he convertido en esto que soy. Una mejor persona.
