"Deshágase del perro o se va": un anciano discapacitado recibe un ultimátum de su casa de reposo
A veces parece exactamente que no hay límites para la maldad de las personas. No podremos pensar de otro modo leyendo episodios donde hombres y mujeres se "obstinan" contra sus pares, indefensos y débiles, con pedidos y pretensiones simplemente absurdos, sin tener en cuenta los daños y los problemas que pueden provocar.
Es aquello que le ha sucedido a Willie, hombre discapacitado de 73 años, que vive con su dulcísima perrita Diamond. Para él, la amiga de cuatro patas es mucho más de una compañía: el animal le da apoyo y lo ayuda a hacer frente a todas las dificultades cotidianas derivadas del hecho que no puede caminar. Un día, sobre la silla de ruedas eléctrica, Willie ha encontrado un mensaje de aquellos que nadie quisiera jamás leer: palabras amenazantes, agresivas y totalmente irrespetuosas.
"¡Deshágase de su perro o se va!": esto decía la carta que el hombre ha encontrado sobre su scooter para discapacitados, firmada por la sociedad que administra la residencia en donde vive. El mensaje especificaba que si no lo haría, Willie habría sido desalojado dentro de los 10 días. Cualquiera, encontrándose frente a un ultimátum de ese estilo, se hundiría en el desconsuelo. El solo pensar de no ser tolerado por personas que viven alrededor a nosotros, sin haber hecho nada de malo, es desvastador.
Obviamente Willie no tenía ninguna intención de renunciar a su perro, y de acuerdo a lo que surgió, el mensaje amenazante habría sido originado por el hecho que Diamond, a veces, iba de paseo sin la correa. No sabiendo que hacer y encontrándose en una fea situación, Willie ha decidido de hacer conocer su historia, contando al mundo lo importante que era su perra para él.
"Es todo lo que tengo", ha dicho conmovido, consciente que no podía ni perder a Diamond ni el alojamiento. Willie habría arriesgado seriamente de convertirse en un anciano sin techo, a causa de las quejas de algunos vecinos, que habían originado el feo mensaje dedicado a él. La historia del anciano discapacitado ha tenido una enorme resonancia, en los Estados Unidos y no solo ahi, brevemente muchas personas se pusieron de su parte, sosteniendo su causa contra las personas que querían desalojarlo.
Así, la sociedad de la administración de la residencia para ancianos y veteranos donde Willie se encuentra ha sido obligada a responder por sus amenazas de desalojo, aunque gracias a dos abogados que han defendido al hombre gratuitamente. Ninguno ha estado en grado de demostrar que la perra Diamond hubiera hecho alguna cosa de negativo a los residentes y al final, han llegado a un acuerdo. Willie habría aceptado de tener a Diamond con la correa en las áreas comunes y ninguno lo habría desalojado.
Una historia que, por suerte, se ha concluída bien. Gracias a la generosidad de quien ha ayudado a este hombre de 73 años, se ha evitado que hubiese otro hombre en la calle sin donde dormir. Willie y su amada Diamond pueden finalmente dormir sueños tranquilos.
