Todos los motivos por la cual no deberías nunca matar las arañas que encuentras en casa
Lamentablemente el miedo de las arañas, como por ejemplo la de las serpientes, es una de las más radicadas en el sentimiento común: todavía hoy son muchas las personas que apenas ven una araña, corren a agarrar un diario o una chancleta para liberarse en el modo más drástico. Sin embargo también aquellas mismas personas cambiarían probablemente de idea si supieran que aquel gesto puede ser de hecho contraproducente: en definitiva las arañas actúan exactamente como equilibradoras de la cantidad de insectos presentes en un determinado ambiente.
via phys.org
Desde siempre los arácnidos despiertan sensaciones desagradables como disgusto o de hecho verdadero pánico. No es casual el término "aracnofobia" que indica exactamente el temor más o menos irracional hacia estas criaturas, que puede desencadenar incluso en ataques de pánico.
Hay quien les teme porque las asocia a insectos nocivos o venenosos, otros tienen solo una instintiva repulsión. Incluso hay más de un motivo por el cual es necesario evitar de matarlas. Más allá de mitos y rumores, las arañas representan un elemento precioso en el ecosistema doméstico.
Cada hábitat tiene su equilibrio y sus inquilinos de ocho patas contribuyen a mantenerlo. Las arañas son depredadores naturales, se nutren de parásitos como moscas y mosquitos, incluso de otras arañas. Esta función de ellas es muy útil para tener "saludable" el ambiente.
Casi todas las especies de arácnidos son venenosos, incluso su real capacidad de dañar es muy limitada. Son más bien raros los episodios donde el encuentro con un ser humano se transforma en un peligro.
Si inclsuo el miedo es más fuerte de cualquier explicación racional, se puede igualmente encontrar una vía de medio. La próxima vez que se espanta una araña en casa, en vez de pisotearla, se puede hacer de modo en "capturarla" para dejarla libre en cualquier parte.
En caso donde en cambio se logra convivir, se podrá tener de la propia parte un óptimo aliado y un guardián contra los insectos molestos. Para contar en un cierto sentido con "sus amigables spider...de departamento".
