Una banda de motociclistas de gran corazón regala más de 200 bicicletas a los niños en dificultad
Los motociclistas, especialmente aquellos que van alrededor del mundo con sus Harley Davidson con borcegos y camperas de cuero, no tienen siempre una buena reputación. Se trata de una visión dictada a menudo por prejuicios y algunas veces, también por hechos reales. Seguramente, no se puede nunca generalizar y tratar a todas las personas de un cierto tipo en el mismo modo y con los mismos prejuicios. La historia que estamos por contarles lo demuestra.
Los protagonistas son exactamente un grupo de "duros" motociclistas estadounidenses de Fresno, en California, que han decidido de cumplir un gesto que sería poco decir loable y generoso.
via ABC7
dClipse Sight Services/Facebook
Motociclistas de aire duro y niños, a primera vista, parecerían dos tipologías de personas totalmente opuestas entre ellas. En realidad ello no es absolutamente válido para los "centauros" de la cual estamos por hablarles, verdaderos campeones de generosidad. Entre ellos está Merl Hefferman que, junto a otros miembros de la banda de motociclistas, ha esperado por unos 5 días en fila, fuera de un supermercado para poder comprar más de 200 bicicletas para donar a los niños necesitados, para hacerles volver a tener una sonrisa en sus rostros.
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De amantes de dos ruedas, no podían elegir un modo del género para hacer beneficencia y más determinados que nunca, han decidido de hacer el bien a muchos niños que lamentablemente no viven una infancia simple como deberían. De un simple gesto, este acto de extrema generosidad se ha transformado en una costumbre que los motociclistas ponen en práctica cada año, consintiendo a tantos pequeños huéspedes de la organización sin fines de lucro "Poverello House" divertirse un poco montando sobre los pedales.
"No hay recompensa suficiente cuando se trata de regalar bicicletas a los niños", ha dicho Hefferman, contenta. Y no podremos que estar de acuerdo con él: hacer beneficencia, incluso con pequeños gestos que para otros cuentan muchísimo, logra hacernos sentir personas mejores, que han hecho algo por el prójimo sin esperar nada a cambio.
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Estos "duros" motociclistas de corazón de oro lo saben bien y le han dado al mundo una maravillosa demostración de como las apariencias engañan, cuando en lo profundo se vive con altruismo y ganas de ayudar.