Una pequeña gata callejera "pide" hospitalidad en la casa de una mujer para poder dar a luz a sus cachorros con tranquilidad
El instinto materno no es una prerrogativa reservada solamente para los seres humanos. Los animales, sin embargo, a menudo logran expresar la misma ternura y protección que las personas tienen por sus propios niños. Estos dos mundos, separados solo por la capacidad del habla, están mucho más cerca de lo que pensamos.
Y hay veces en donde la naturaleza hace de modo que se encuentren, simplemente como invitados en la misma tierra. Esta es la historia de vidas distintas, de amigos de 2 y de 4 patas, que se ayudan entre sí.
via Love Meow
Ida Floreak es una artista estadounidense originaria de Cambridge, en el estado de Massachusetts. Desde hace 10 años que vive en Nueva Orleans en Louisiana y se ha adaptado tan bien que considera ese lugar su hogar en todos los aspectos.
Con el paso del tiempo ha conocido muchas personas y ahora tiene muchos amigos. Uno de estos es ciertamente su adorable gato Bruce, un hermoso Siamés de 7 años, con un carácter a veces un poco malhumorado, pero tierno y afectuoso cuando es necesario. Un día del pasado octubre del 2019 ha llegado un nuevo "inquilino".
Se trata de una pequeña gata callejera que Ida ha llamado Salami. Ella y Bruce, desde cuando la gata apareció en la casa, están juntas todo el tiempo, juegan, se hacen caricias y toman largas siestas una al lado de la otra.
Día tras día la mujer ha intentado conquistar siempre más la confianza de su nueva amiga. Su idea era llevarla al veterinario para controlarle y vacunarla. Sin embargo, antes de que eso ocurriera, se dió cuenta que la gata estaba embarazada.
Poco tiempo después, una mañana cerca de las 5 de la mañana, Salami se presentó frente a la puerta de la casa maullando para llamar la atención. Estaba claro que había llegado el día fatídico y que, como buena mamá, quería parir a sus pequeños en un lugar que ella consideraba seguro y tranquilo.
Sintiéndose como de la familia a estas alturas, ha elegido la casa de Ida y por esto le ha pedido ayuda y hospitalidad. Floreak estaba muy nerviosa, pero por suerte la naturaleza hizo lo suyo sin problemas.
Han nacido 4 estupendos gatos, ahora todos adoptados por amigos de la mujer. Salami se instaló definitivamente en lo de Ida y ahora vive junto a Bruce. Los dos felinos son, y serán, literalmente inseparables. Historias como esta tienen realmente el poder de hacernos reflexionar sobre la belleza y la importancia de ciertos comportamientos de los que los animales que nos rodean pueden ser protagonistas.
Ida y Salami se ayudaron mutuamente. En plena pandemia de Covid-19, este pequeño evento le ha dado un gran consuelo. Ha sido la demostración que también en un momento difícil existe siempre espacio para la esperanza y que la vida encuentra siempre su camino.
