Padre y madre deciden criar 7 hijos sin reglas: no van a la escuela y deciden todo lo que quieren
Las familias no son todas iguales. Aunque si en cada núcleo de padres e hijos pueden haber dinámicas similares, hay mucho que cambia de una situación a otra. En la base, sin embargo, todavía permanecen los "puntos fijos" que, afortunadamente, en la mayor parte de los casos son respetados.
Educación, instrucción y reglas son factores que se les dá a los más pequeños, ¿pero que pensarían si decimos que existen familias que deciden "romper" todas estas convenciones y crían a sus hijos con total autonomía, sin reglas y libres de poder comportarse como mejor creen? Es el caso de los Rawnsley, la familia inglesa de la que estamos por hablarles, un grupo de unas 9 personas en donde los 7 pequeños ¡están fuera de cualquier "ley"!
via Mirror
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Gemma y Lewis tienen 7 hijos, cuyas edades van desde 1 a 13 años y decidieron que crecerán sin ninguna regla establecida. Ninguno de ellos va a la escuela, ni tampoco tienen un tutor en sus casas, en nombre de la convicción de los padres que según las reglas "impuestas" por los adultos no deben necesariamente ser respetadas.
Estos jóvenes, definidos por algunos como "salvajes", son completamente auntónomos. Desde la vestimenta a la comida, pasando por los horarios y las cosas que hay que hacer cada día: eligen todo ellos, sin límites por parte de mamá y papá que, haciendo así, creen poderles asegurar a sus hijos el máximo de la diversión y de la libertad. De hecho, según los padres, la infancia tiene que ser vivida a pleno y no puede estar colmada de reglas.
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Los hijos de esta pareja, sin embargo, pueden de hecho hacerse piercing o tatuajes, teñirse el cabello o cortarse el cabello como quieran, como si fueran "adultos" en miniatura. Hay que decir que, en la casa de los Rawnsley, a menudo reina el caos total. Piensen en siete niños y jóvenes del todo libres, sin una pizca de regla: pueden salir fuera situaciones realmente al límite. Para la madre Gemma, sin embargo, todo entra en la "normalidad: según lo que ha declarado, la ventaja de una educación como esta es que sus hijos, haciendo así, aprenden a convertirse en personas realmente responsables, aunque si a veces podrían meterse en situaciones riesgosas.
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Aprender de la experiencia, por lo tanto, cometiendo errores o llegando a "excesos" que, en algunas familias, serían poco impensables: esto es lo que Gemma y Lewis quieren transmitirles a los hijos. Si tienen la necesidad de leer y escribir, y solamente si están interesados, son ellos los que les dan a los pequeños los conocimientos, no el sistema escolar, considerado "inadecuado". Las únicas reglas que tienen que respetar son: no mentir, no ser ofensivos y no herirse entre ellos.
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Si bien todo esto pueda parecer un poco singular y en muchos casos también poco compartible, Gemma y Lewis están firmemente convencidos que criar a sus hijos de esta form es la mejor manera. Es seguramente un método "alternativo", que quizás puede tener sus ventajas en las experiencias de vida que los niños hacen respecto a los demás, aunque si ciertas reglas "básicas" nunca deben evitarse con niños y jóvenes. La educación en los lugares adecuados, antes que todo, es algo importante para la formación de ellos.
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Por ahora, los hijos de Gemma y Lewis se comportan bien y, según lo que dicen los padres, reciben a menudo las felicitaciones de los extraños también. Todo lo que queda es esperar y ver si un método de este tipo podrá traer realmente sus frutos, convirtiendo a estos siete niños y pequeños jóvenes en adultos mejores. ¿Ustedes que piensan?
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