Una mamá instala un distribuidor de bocadillos en la casa, para impedirle a los hijos que coman siempre productos poco saludables
El confinamiento debido a la pandemia del Covid-19 ha puesto a una dura prueba la vida de todos. Uno de los aspectos que más ha sufrido del período de cuarentena forzada ha sido la cotidianidad de los más pequeños.
Niños, adolescentes y jóvenes más grandes tuvieron que revolucionar sus hábitos, no sin esfuerzo y sacrificio. El distanciamiento social y el estudio desde casa han convertido a los hijos perezosos y los padres debieron inventar lo imposible para tenerlos tranquilos y ocupados.
Lo que le ha sucedido a una familia de Northumberland en el Reino Unido, merece seguramente ser contado. Durante el período en donde no era posible salir, Sarah Balsdon, orgullosa madre de 4 niños, tuvo que hacer saltos mortales para tenerlos bajo control. Shannon de 9 años, Lucy de 8, Jack de 5 y Elia de 2, de las alegrías de mamá se han transformado en "caballeros del apocalípsis". El aburrimiento y el encierro, de hecho los ha llevado ha asumir hábitos alimentarios inadecuados. Los cuatro nunca dejaban de consumir bocadillos y golosinas durante las distintas horas del día.
Ni siquiera los intentos de la mujer de ocultar la comida han servido de algo. Los jóvenes lograban igualmente encontrar los escondites y literalmente depredarlos. Inicialmente esto podría hacerte sonreír y parecer una broma.
Sin embargo Sarah comenzó a temer por la salud de sus hijos. Preocupada que podrían desarrollar verdaderos trastornos en la alimentación. Para resolver el problema tuvo una idea brillante y muy original. Ha instalado en su casa un dispenser automático y lo ha llenado de los snacks preferidos de los niños.
Para obtener su snack preferido, sin embargo, deben introducir monedas, que pueden ganarse haciendo pequeños trabajos en la casa. Jugando, la mujer ha publicado la foto del nuevo accesorio en su página de Facebook. Para su sorpresa, la idea del dispenser se compartió muchas veces y su posteo se convirtió viral.
Sarah es la prueba concreta de lo que es llamado el "pensamiento lateral", osea la capacidad de afrontar las dificultades desde prospectivas diferentes. En general, se puede también decir que como buena mamá, simplemente hizo de la necesidad una virtud. ¡¿Quién más hubiera llegado a tal golpe de genialidad?!