Un padre se pone a dieta y pierde 20 kg para donar parte de su hígado a su hijo y salvarle la vida
Traer un hijo al mundo es la parte más fácil; lo difícil llega desde aquel momento en adelante. Para algunos se trata de problemas cotidianos como darles un techo, una educación, comida y mucho afecto.
Para otros la cuestión es más complicada y es necesario esforzarse más, ¡mucho más! Esta es la conmovedora historia de un papá que por amor ha afrontado un reto muy duro. La motivación sin embargo era fuerte, digamos que era la de salvar la vida de su propio niño.
Sawyer Kelley ha nacido con síndrome de Alagille, un problema genético que ataca a los órganos. Cada individuo reacciona de manera diferente, pero en el caso del pequeño, la enfermedad ha comprometido irremediablemente al sistema hepático. El niño se encontraba en la lista para recibir un trasplante, aún así se trataba de una carrera contra el tiempo.
Cuando y si su donante estaría disponible, probablemente habría sido demasiado tarde. Su padre Sean entonces se ofreció como candidato "vivo". El procedimiento le permite de poder utilizar una porción del órgano del donante, si es compatible. Afortunadamente Sean lo era, sin embargo habría otro obstáculo para superar.
Habría tenido que reducir su masa muscular corporal para que su hígado sea adaptable al de su hijo. La carrera por la vida de Sawyer comenzó en Agosto del 2019 y terminó en Diciembre del mismo año. En cuatro meses el hombre ha alcanzado el objetivo establecido perdiendo la belleza de 20 kg. El trasplante fue un éxito y ahora el pequeño tiene muchas posibilidades de salvarse.
Durante aquel período de dieta estricta y entrenamiento constante Sean ha vivido momentos difíciles. Perder 5 kg cada 4 semanas puede no parecer un gran sacrificio pero hacerlo realmente es toda otra historia. Aún así no hay nada que un padre no haría por su cachorro. El deseo es que Sawyer crezca sano y fuerte y que se convierta en una buena persona como su padre. De él no ha recibido solamente una parte de su hígado, sino también un poco de su inmenso corazón.