Descubre que su hija se burla de una compañera de clase, es así como le quita todos los muebles y los juguetes de la habitación
Ser padre no es una cosa simple para nadie: cuando se cría a un hijo, las dificultades cotidianas pueden ser muchas y de varios tipos, de las "simples" discusiones por motivos triviales a las discusiones más fuertes. Madres y padres tienen una tarea fundamental en el crecimiento de un niño, ya que deberían dirigirlo hacia el camino correcto y adoptar comportamientos respetuosos y altruistas, para convertirse en un adulto mejor.
Sin embargo, no es siempre tan fácil y los hijos, a pesar de las buenas indicaciones, a veces se comportan como no quisiéramos. Lo sabe bien Amanda Michell, la mamá canadiense de la que dió que hablar por un castigo ejemplar que decidió destinarle a su hija Hannah, de 9 años, luego que descubrió que se burlaba de otra niña de la escuela. ¿Qué hizo? Transformó su habitación en una especie de...prisión.
via Globalnews
Cuando Amanda descubrió la gravedad de las acciones realizadas por su hija en la escuela, dañando a su compañera de clase, literalmente se puso muy furiosa y ha pensado que, si su hija se hubiera embarcado por el camino de mentiras y de malos comportamientos, su destino, en edad adulta, no habría sido el mejor y quizás terminaría hasta en prisión.
Entonces, ha creado lo que ella misma ha definido un "centro de detención de menores" en la habitación de la hija Hannah. En muy poco tiempo, vació la habitación sacando todos los muebles, los juguetes y los accesorios de la pequeña, dejando solamente la cama, una almohada y un sólo cambio de ropa, que la hija usaría por toda la semana y que Amanda lo lavaría cada noche.
Inútil describir el asombro y el desánimo de la hija cuando descubrió lo que hizo su mamá para castigarla. Los actos de bullying, para Amanda, son absolutamente intolerables y por eso decidió actuar duramente. Además de la habitación transformada en un ambiente al desnudo y sin estímulos, la mamá de esta pequeña joven le hizo también escribir 50 veces, cada día de la semana, frases como "No diré mentiras", "Me comportaré bien en la escuela" o "Seré responsable de mis acciones". Su única camiseta, además, llevaba frases contra el bullying.
Esta mujer ha publicado las fotos de la habitación vacía en Facebook y les ha explicado a todos lo que había hecho, se desencadenó un verdadero "caso" en las redes sociales. Entre las personas que le respondieron, no faltaron las que comentaron de manera positiva el castigo, sintiéndolo justo, adecuado y útil para hacerle comprender de la mejor manera a la niña la importancia de evitar ciertos comportamientos. Otros usuarios, sin embargo, sostuvieron el episodio del todo exagerado y decididamente demasiado severo, criticando de manera directa a Amanda.
"No me parece un castigo duro. Si Hannah crece y viola la ley, el resultado es la prisión y no es esto lo que quiero para mis hijos. Pienso que el problema de esta generación son justamente los castigos inadecuados". Luego de lo acontecido, Amanda dijo que habló con su hija, que se dió cuenta de los errores realizados y dijo estar arrepentida. Hasta escribió una carta pidiendo perdón a su compañera y a su maestra. "Se que no le hice algo malo, continuó diciendo la mamá, hago todo lo posible para ayudarla". ¿Qué piensan? ¿Se trata de un castigo muy severo?