Para hacer feliz al hijo decide cultivar un girasol de récord: la planta supera los 6 metros de altura
Durante el confinamiento, por todos partes la gente recurrió a cada gota de inventiva para pasar el tiempo. Hay quienes comenzaron a hacer gimnasia en casa, quienes improvisaron set de Dj en las terrazas, quienes se les ha dado por la lectura, por las series de televisión o la experimentación culinaria.
El desafío mayor ha sido sin embargo mantener ocupados a los más pequeños. Desde las ideas más maquiavélicas a las más simples, el objetivo ha sido siempre el mismo, combatir el aburrimiento y mantener la moral alta.
via Metro
Douglas Smith - The Giant Vegetable Group/Facebook
En Inglaterra, en el Condado de Hertfordshire, un hombre de nombre Douglas Smith ha apuntado al hobby de la floricultura. Hasta aquí nada de extraño o nuevo. De hecho quien ha podido ha aprovechado los espacios externos o internos de la casa para cuidar de su huerta o de su jardín. "Doug" en cambio, tenía un objetivo y una motivación particular. Ha decidido cultivar un girasol de récord mundial Guinness. La razón no era simplemente la autogratificación o quizás el exhibicionismo en la web.
Douglas Smith - The #GrowHappy Sunflower Challenge Group/Facebook
Lo que lo impulsaba eran las ganas de hacer feliz a su hijo Stellan. Para ir a lo seguro, Mir. Smith ha comprado las semillas de la planta nada menos que a John Butler. Es una pequeña celebridad en el sector y tiene el récord del girasol más alto de América del Norte (aproximadamente 8 metros). A pesar de ser un principiante, el buen padre se ha esforzado mucho en ello. Después de todo tenía una misión que cumplir y una promesa que mantener.
El pequeño proyecto ha consolidado el vínculo entre padre e hijo y ayudó a todos a llenar los días con un sentido de espera. Sin saberlo Douglas ha mostrado tener realmente el pulgar verde. Su "florecita" ha crecido más de 6 metros, superando por poco la altura de su casa. Ahora tiene el nuevo récord en el Reino Unido. Una gran satisfacción, pero nunca tanto como ver la sonrisa dibujada en el rostro de su hijo.