Un trabajador es despedido, pero al día siguiente gana la lotería y se convierte en millonario
La vida a menudo nos enseña que, también en los momentos más difíciles y que parece que las esperanzas se han reducido a cero, pueden ocurrir episodios tan inesperados que cambian nuestra realidad en modo casi total o un tanto menos decidido, devolviéndonos un poco de confianza y tranquilidad.
De esto saben algo David Adams y su mujer Shelley, los protagonistas de la historia que estamos por contarles. La pareja ha vivido un período particularmente difícil, incluso a causa de la pandemia del Coronavirus, culminado de hecho con el despido al hombre, un trabajador de una carpintería. La buena suerte, sin embargo, no se ha "tomado vacaciones" con ellos, sino que esperaba solo el momento para cambiar las cartas de la mesa. 24 horas después del despido, ¡David se convirtió en millonario!
via The Telegraph
Han entendido bien: David ha ganado más de 1 millón de euros en la lotería, gracias a un billete comprado online, casi por casualidad. Para comprender mejor la excepcionalidad de la situación, se necesita hacer un paso atrás.
La esposa enferma y como consecuencia imposibilitada de trabajar, la cuñada que había fallecido repentinamente de un infarto, un hermano desaparecido por el Covid-19 y finalmente el despido: basta leer estos episodios continuos para darse cuenta que la fortuna, de hecho no estaba de su parte para el hombre de 61 años, inglés.
Sin embargo, el billete comprado online se ha vuelto para él y para su esposa Shelley una jugada ganadora, en todo sentido. Cuando ha descubierto de ser el afortunado vencedor de un "jackpot" millonario, no ha podido contener la felicidad y la emoción, compartiendo con la mujer y con el mundo entero la belleza de un momento como ese. Nunca habría imaginado que los contratiempos sufridos podrían dar paso a un hecho similar.
Su festejo, incluso a causa de toda la situación, ha sido más bien "suave", aunque si David y Shelley se han comprometido a utilizar el dinero ganado para un buen viaje. No resta que desear todo el bien a esta pareja afortunada (incluso en la desgracia) y pensar, con una sonrisa, que lo peor, antes o después, tiene un fin.