El novio le pide matrimonio a los 71 años: la historia perfecta para quien teme que se quedará soltero de por vida
Jamás es demasiado tarde: sería suficiente esta frase para sintetizar de la mejor manera la historia que estamos por contarles, una verdadera inyección de confianza para todas las personas convencidas de que no encontrarán jamás el verdadero amor, no se comprometerán o no se casarán.
Protagonistas de este evento romántico son dos ancianos "comprometidos" que viven en un hogar de ancianos en Brooklyn y que se hicieron la fatídica propuesta ¡con más de 70 años de edad!
via ambercourtassistedliving/Instagram
ambercourtassistedliving/Instagram
Es verdad que el amor real, aquel fuerte y duradero, va más allá de cualquier barrera, incluídas las de la edad. Lo saben bien los dos ancianos que, en el Amber Court Assisted Living, luego de haber transcurrido un momento difícil por la pandemia del Coronavirus, han decidido dar el importante paso, regalándole al mundo entero un momento de verdadera emoción y un ejemplo de amor auténtico.
La mujer, de 71 años, ha sido hospitalizada por mucho tiempo, justamente a causa del Covid-19, al cual por suerte logró sobrevivir. Cuando salió para regresar a la residencia para ancianos, su pareja, de 76 años, ha decidido que era el momento justo de hacerle una maravillosa sorpresa y, sin pensarlo demasiado, le ha pedido matrimonio.
ambercourtassistedliving/Instagram
Así, bajo los ojos emocionados y conmovedores de médicos y enfermeros, el anciano "joven" ha esperado que la novia saliera del hospital para regalarle el anillo y hacerle la memorable pregunta. Ella, obviamente muy emocionada y sorprendida, no pudo hacer otra cosa que decir que "sí".
ambercourtassistedliving/Instagram
La escena, en poco tiempo, ha dado la vuelta en la web, derritiendo los corazones de miles de personas, convirtiéndose en un perfecto ejemplo de esperanza para todas aquellas personas preocupadas por su futuro amoroso. 20, 30, 50, 70 años: los números no cuentan, lo importante es saber que el amor verdadero existe, ¡y tarde o temprano llega!