14 personas contagiadas después de un "inocente" almuerzo de familia: el patrón de casa no tiene paz
Desde cuando las personas deben rendir las cuentas con el Coronavirus, las costumbres sociales necesariamente se han tenido que adaptar a esta nueva realidad. Los meses de encierro, el aislamiento, el distanciamiento y las medidas sanitarias, han servido para recuperar los números de la pandemia.
Con su "fase dos", sin embargo, muchos se han soltado, creyendo que lo peor ya había quedado atrás o que de hecho no ha existido nunca. La historia de hoy demuestra cuanto ello es equivocado.
via dallasvoice.com
Tony Green vive con su mujer en Dallas, en el estado americano de Texas. Para festejar el "regreso a la normalidad", el hombre ha pensado muy bien en organizar una reunión de familia. En el encuentro habrian participado unas veinte personas. Todos se sentían al seguro y durante el almuerzo ninguno se ha cuidado mínimamente de respetar las más básicas cutelas. Cada cosa parecía ir bien, la carne a la parrilla todos divertidos y relajados. Tony incluso ha publicado en las redes sociales la foto del día.
Lamentablemente, algunos días despues, muchos invitados han comenzado a sentir síntomas del Covid-19. Ninguno de los presentes había manifestado algún trastorno, pero los expertos ponen constantemente en guardia los llamados "asintomáticos".
Antes que le sucediera también a él, Tony era uno de los tantos convencidos que la pandemia era en realidad un invento de los medios para tener bajo control a la población. Sin embargo, su malestar ha hecho que lo creyera. De los presentes 14 dieron resultado positivo, 12 se recuperaron después de un par de semanas. Desafortunadamente la abuela de la mujer de Tony no sobrevivió, y el suego está en terapia intensiva conectado a un respirador. Él mismo ha sido obligado a transcurrir algunos días en el hospital. Incluso sin haber provocado todo voluntariamente, ahora el hombre se siente profundamente en culpa.
Tony ha publicado y compartido su experiencia sobre la web, haciendo apelo a la prudenia de las personas. Su historia es la demostración que el peligro todavía no ha pasado y que cada uno es responsable por la seguridad del prójimo.
