Una gran danés sorda, con discapacidad visual y su patroncita se convierten en grandes amigos: no se separan ni por un instante
Los amigos de 4 patas enriquecen aún más las vidas de las familias que los acogen. No es la edad o el alimento que importa, sino el amor incondicional que saben dar. Saben devolver cada pequeño gesto de afecto con una dulzura y un reconocimiento inmenso. Incluso cuando la naturaleza los priva del vigor o de la salud, lo compensan con lealtad, con calidez y la alegría que saben dar. Esta es la historia de un gran danés de nombre Echo y de la niña, su compañera de juegos.
via Daily Mail UK
La perra tenía apenas 12 semanas cuando fue salvada por milagro por Marion Dwyer, que vive en Nueva York junto al marido y otros dos ejemplares Daneses. Echo había perdido la audición y parte de la capacidad visual.
Cuando fue encontrada estaba en condiciones desesperadas. Debido a la mala alimentación se vio obligada a comer prácticamente todo lo que lograba encontrar. El veterinario le había encontrado en el estómago hasta piedras.
Gracias a los cuidados recibidos se recuperó rápidamente, aún así permaneció discapacitada. Marion luego se convirtió en mamá y había un poco de preocupación sobre como reaccionaría Echo con la llegada de un nuevo invitado en la familia.
Los temores de la mujer se revelaron inútiles. De hecho Echo y la pequeña Jennie, se convirtieron muy rápido en mejores amigas. Ya cuando Marion estaba embarazada, la dulce perra se acurrucaba junto a ella poniéndole el hocico sobre la panza.
Era como si supiera que ahí adentro había alguien y le estuviera diciendo que la estaba esperando para jugar juntas. La historia de esta amistad especial se convirtió viral cuando el marido de la mujer puso en youtube el video de Echo y de la niña donde caminan juntos.
Con el tiempo Jennie aprendió el lenguaje de señas para comunicarse con su amiga y no se separaba nunca de ella. Por su parte, Echo se comportaba con una buena hermana mayor, estando siempre a su lado y asegurándose que siempre estuviera a salvo.
Cada vez que se acercaba un extraño, ella se metía siempre adelanta, sin mostrarse agresiva, pero al mismo tiempo protegiendo a la pequeña. En marzo del 2018 lamentablemente Echo falleció. Todos en la familia quedaron muy afectados por esta pérdida.
Sin embargo, de la misma manera están agradecidos del tiempo que han podido compartir con ella. Como el personaje mitológico que lleva el nombre, Echo se ha ido pero no tan lejos. Siempre está al alcance de un latido para los corazones que guardan su memoria para siempre.