Una niña de 3 años desaparece por 24 horas y logra regresar a su casa gracias a su perra que permaneció a su lado
El vínculo que se crea entre animales domésticos y seres humanos es realmente extraordinario. Todavía más especial es la relación que logran establecer los niños con los amigos de 4 patas. Desde un punto de vista, de hecho, estas extraordinarias criaturas no envejecen jamás, quedan siempre como almas dulces y juguetonas. Los más pequeños se encuentran entonces en esa etapa de la vida en donde hablan su propio idioma, incluso si son hijos únicos, pueden contar igualmente con la compañía de hermanos o hermanas "con la cola".
Abigail es una niña de 3 años que vive en el pueblo americano de Winter, en el estado de Wisconsin. La pequeña tiene la suerte de tener una dulce compañía de juegos de nombre Peanut, una perra que es una cruza con un Cocker Spaniel color avellana.
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Un día, las dos se alejaron de la casa, quizás con la intención de vivir una de las tantas aventuras imaginarias. El juego las ha llevado más lejos de lo común, es así como no lograron regresar. La mamá de la niña, Lisa Koch, inmediatamente avisó a las autoridades locales. Se hicieron llamamientos en toda la comunidad con una descripción precisa de la niña y de su perra. En la búsqueda se utilizaron todos los medios disponibles.
Los hombres del sheriff recorrieron el área a lo largo y a lo ancho; un helicóptero sobrevoló la zona y también trabajaron los perros. No faltaron también varios ciudadanos voluntarios que se unieron a los oficiales de las fuerzas del orden.
Luego de 24 horas de angustia y miedo, un vecino de la casa notó movimientos del otro lado de la calle donde se encontraba la casa de la familia Kock. Se trataba de la perra, seguida luego de un rato de la pequeña Abigail. El hombre de 77 años no creía a sus ojos, saltó de la alegría y advirtió inmediatamente a todos. La niña, un poco desorientada, pidió que la llevaran rápidamente con su madre.
Por la reconstrucción de los hechos, parece que Abigal se alejó para seguir a Peanut en el bosque. Perdidas en el camino, las dos se quedaron juntas durmiendo en el medio del bosque. La pequeña tenía en la piel rasguños, picaduras de insectos y signos de deshidratación, pero en general estaba bien. Se le dio el tratamiento necesario y poco después fue dada de alta para regresar a su casa.
Es precisamente el momento de decir que todo lo bueno acaba bien. Un simple juego que podía terminar en tragedia, pero afortunadamente Abigail estaba en compañía de su ángel guardián que no la abandonó ni por un segundo.
