No lograr dejar a tu pareja por otra persona: un bloqueo mental más común de lo que parece
Muchos piensan que dentro de una relación amorosa es más fácil dejar que ser dejados, pero les aseguramos que no siempre es así. Muy a menudo, los cordones psicológicos que parecen enroscarse alrededor de nuestro cuello cuando sentimos un fuerte sentimiento hacia una persona externa pero estamos actualmente en una relación y se vuelven cada vez más estrechos. Esto es porque sentimos con demasiada frecuencia un sentimiento de culpa por aquel sentimiento aparentemente "equivocado".
via Psychology Today
A pesar que dentro de nosotros sabemos perfectamente que el amor hacia nuestra pareja es infinito, no logramos encontrar las fuerzas para dejarla por otra persona. ¿Porqué a menudo somos víctimas de este jaque puramente psicológico? Una de las causas es el sentimiento de culpa antes mencionado, el miedo oculto de decirle a la contraparte que el sentimiento está terminado desde hace tiempo pero sin herirlo, el temor profundo de no causar daño a una persona con la que justamente hemos vivido un período feliz de nuestra vida.
Otra causa puede ser la que surge del fuerte sentimiento de la duda: ¿será justo dejar un viejo camino por otro nuevo, abandonar un viejo sentimiento para abandonarse entre los brazos de quien todavía no sentimos? Todo esto genera una incertidumbre muy fuerte, que no les hace bien a ninguno de los dos...
Todo esto que le sigue puede ser todavía peor: al final, exhautos por todo este estrés emocional y psicológico, tendemos a romper definitivamente con nuestra pareja de manera abrupta, sin demasiadas explicaciones, dejando a nuestra contraparte totalmente desconcertada, conmocionada y confundida y ustedes con un sentimiento de culpa y de terrible egoísmo en donde las consecuencias futuras podrían conducir a la depresión.
La solución más apropiada en tales situaciones sentimentales es la de "preparar" con tiempo a su pareja por una eventualidad concreta que quizás el sentimiento recíproco no es más el de una vez y que quizás ambos necesitan de un simple descanso de reflexión o hablar a corazón abierto de la situación. Nunca es aconsejable dejar el viejo camino por uno nuevo, a menos que no tengamos las garantías de haber tomado finalmente la mejor decisión para ambos.