Una niña estalla en lágrimas cuando ve que todos los compañeros de clase estaban presentes el día de la adopción
Quien encuentra un amigo encuentra un tesoro. Un dicho que esconde una gran verdad, porque en definitiva también en la adversidad más compleja de nuestra vida o cuando nos sentimos particularmente solos, sabemos que estará siempre aquella persona que nos tenderá una mano para ayudarnos,cueste lo que cueste. Una cosa que saben bien las hermanas Selah y Skye Scott, que desde el 2018 han sido puestas en custodia con una pareja, Suzanne y Colt, en espera de adopción oficial.
Szanne y Colt Scott han tomado en custodia a las hermanas Selah y Skye en junio del 2018, en espera de un veredicto del tribunal que habría oficializado la adopción o no. El estallido de la pandemia global de Covid-19 después ha ralentizado posteriormente todo el proceso burocrático, por esto en la audiencia del tribunal, el matrimonio Scott estaba muy nervioso: pensaban que el juez al final no le habría dado la adopción definitiva de las hermanas.
Pero luego, ocurre una cosa milagrosa: en el aula del tribunal aquel día entraron decenas de personas para apoyar la adopción: eran los compañeros de escuela de Selah y Scott, acompañados por los propios padres: ¡no querían absolutamente dejar sola a su amiga en aquel momento tan decisivo!
Cuando Selah se dio cuenta de lo que estaba sucediendo detrás de ella, no pudo contener las lágrimas y estalló en un llanto liberador; la mamá sustituta Suzanne ha declarado: "¡Ha sido la cosa más dulce que hemos visto jamás. Ha estallado en lágrimas y (los niños) se sentaron en la zona del jurado. Se ha cubierto el rostro con ambas manos y no pudo mirar en alto porque comenzó a llorar como una fuente!"
Por suerte, el llanto liberador de Selah ha sido suficiente para coronar el sueño de las dos hermanas: ahora Selah y Skye han sido adoptadas oficialmente por el matrimonio Scott y viven bajo el mismo techo con otros hermanitos: ¡Ryder, Sydney y Jett!
Una bellísima historia con final feliz que ha hecho conmover profundamente a todos y que no habría tenido este final tan dulce si no hubiera estado el apoyo de los compañeros de clase de la pequeña Selah, aquel día en el aula del tribunal.
¡Viva la amistad y el gran deseo de un futuro maravilloso para la familia Scott!