Una mujer pide el divorcio porque su marido no pelea con ella: "me ama demasiado, me siento sofocada"
Se dice muchas veces que discutir y tener contrastes sanos y constructivos, en una pareja, contribuye a que la relación sea más feliz, estable y duradera. En efecto, siempre es bueno que se mantenga esa "pimienta" en la cotidianidad, quizás señalando a la pareja lo que está mal y tratando de suavizar juntos las diferencias y las discrepancias.
La protagonista de la historia que estamos por contarles, sin embargo, este concepto lo ha asimilado tan bien que se llegó a considerar como un verdadero problema, hasta el punto que se ha puesto en discusión la relación con el marido por...¡falta de peleas! Si les parece extraño, sepan lo que sucedió realmente y que esta mujer un tanto "combativa" se dirigió a los tribunales incluso solicitando el divorcio.
via jagran.com
Servicial, cariñoso, lleno de atención, siempre disponible a satisfacer peticiones y deseos, halagándola: así una mujer india describió a su cónyugue que, según lo que ha declarado, en 18 meses de matrimonio nunca discutió con ella.
Si para una mujer tener al lado un marido así a menudo es un sueño difícil de realizar, para esta mujer la forma de ser del hombre le ha resultado intolerable. El demasiado amor y la demasiada armonía la ha cansado y entonces pensó en dirigirse a los tribunales de Sharia de Sambjal, con la intención de separarse del hombre
Frente a un pedido de este tipo, los funcionaros quedaron perplejos. Seguramente, una situación de pareja como esta nunca les había pasado y todo se convirtió en aún más especial por los detalles que ha contado la mujer. "Quería discutir con él", habría afirmado, "jamás me ha gritado ni me ha desilusionado: me siento sofocada en un ambiente así".
Se trata de motivaciones realmente particulares para pedir un divorcio, considerado que los motivos de ruptura, para tantas parejas, se refieren a demasiados conflictos y situaciones en donde marido y mujer no están de acuerdo prácticamente en nada. No hace falta decir, entonces, que los funcionaros rechazaron el pedido de la mujer, juzgándola más bien de "frívola" y sin fundamentos concretos.
El hombre, por su parte, probablemente quería solamente ser un buen marido y sin dudas ha tenido las mejores intenciones, estando siempre disponible, siendo comprensivo y magnánimo. En el fondo es difícil criticarlo por esto, pero es cierto que, en una relación estable, ninguna de las dos partes debe estar totalmente de acuerdo con la otra, porque el riesgo es cancelar la propia identidad. Quizás es precisamente esto lo que no le parecía bien a la mujer india, y solo le deseamos..¡algunas discusiones más a ella y a su marido!