Una mujer volando en un teleférico es sorprendida por un cocodrilo que salta del agua para morderla
Hay personas que aman sentir escalofríos siempre nuevos y emocionantes, quizás lanzándose en actividades más bien "extremas" que logren darles un placer que difícilmente lo experimentan con aquellas tradicionales. Bunjee jumping, escalar montañas, paracaídas o parapente son algunas de las maneras para salir de los esquemas y vivir algo particularmente excitante.
Una excelente manera para sentir la emoción de volar en el vacío es también la así llamada "tirolesa", un teleférico que, a través de un cable, conecta dos extremos en donde las personas pueden lanzarse en un vuelo a toda velocidad. Si bien se trata de una actividad segura e inofensiva, lo inesperado puede estar siempre al acecho. Es precisamente el caso de decirlo mirando lo que le ha sucedido a la mujer que estamos por mostrarles.
via Apost
Estamos en Florida, estado americano que notoriamente, con sus ambientes naturales e incontaminados, recibe muchos ejemplares de cocodrilos. El teleférico para "volar" de donde se lanzó esta mujer pasa precisamente sobre un lago pantanoso, donde habitan, no hace falta decirlo, temerosos y grandes reptiles.
No hace falta trabajar mucho la mente para imaginarse una situación de diversión y sentido de libertad como la del vuelo en teleférico durante el cual, de manera imprevista, se ve emerger bajo el agua una enorme boca lista para morder a los malaventurados que pasan por encima colgados del teleférico. Es precisamente lo que le ha sucedido a la mujer en cuestión cuando, casi llegando al final del cable, vio un movimiento sospechoso en el agua del lago, seguido luego de un cocodrilo que salió fuera del agua intentando morderla.
Si bien era previsible que en aquel gran estanque estuvieran presentes cocodrilos, nadie, menos que menos la mujer, se esperaba una reacción de este tipo por parte del animal. El gran reptil, sin embargo, ha pensado bien en hacerse notar, convirtiéndose en protagonista de un episodio que, si el cable donde la mujer estaba volando estaba posicionado solamente algunos centímetros más abajo, podría haber sido para ella muy peligroso.
El cocodrilo, por suerte, no logró meter los dientas sobre la presa. La mujer, por su parte, ha vivido una experiencia sin dudas emocionate, de hecho doblemente emocionante, ¡si a la emoción de volar a toda velocidad sobre el teleférico le agregamos el del encuentro cercano con el reptil!