Dos niños defienden a las hermanas Down adoptadas luego que los vecinos mancharan las paredes de su casa con palabras de odio
Dos hermanos o dos hermanas podrán siempre tener altercados o incomprensiones durante toda la vida, pero el amor y el afecto profundo que sienten el uno por el otro no podrá cambiar jamás y ningún evento podría hacer cambiar esto. Como sus hermanos Hollis, que han defendido sin peros a las dos hermanas adoptadas en la familia, cuando encontraron una mañana las paredes de la casa manchadas de mensajes de odio y de discriminación.
Si, porque la familia Hollis, que vive en un pueblo de Illinois, había adoptado hacía muy poco a dos hermanas afectadas con síndrome de Down, sin embargo un autor anónimo ha manchado las paredes externas de su casa con mensajes de odio y descriminación: "Fuera de nuestra ciudad", "Retrasados" y otros insultos.
Un hecho muy grave que toda la familia tomó seriamente, tanto que los dos hijos naturales, de 7 y 6 años, no se echaron atrás y decidieron defender a sus dos hermanas adoptadas con un video conmovedor.
En las imágenes publicadas en el canal Eveyone Matters en YouTube, los dos hermanitos Hollis le suplicaron a las personas que dejen de llamar a los niños afectados con síndrome de Down "retrasados" y que terminen todo tipo de prejuicio; las palabras de los Hollis inmediatamente abrieron una brecha en los usuarios de la web y por lo tanto el video superó el millón de visualizaciones.
Los dos jovencitos quieren que los espectadores del video sean más responsables usando palabras amorosas en vez que expresiones llenas de odio. Los hermanitos Hollis quieren compartir amor, esperanza y respeto, ya sea por Meg y Alina (sus hermanitas adoptadas), que por toda la comunidad. Los Hollis en el video tienden a poner en claro que sus hermanas no son "retrasadas" sino más bien son mucho más inteligentes de lo que podemos pensar...
Es un hecho, que estos niños de 7 y 6 años le han dado una verdadera lección a quien siembra solamente odio y descriminación, llegando incluso hasta manchar con pintura las paredes externas de una casa donde adentro residía amor y comprensión. Valores de la vida que muy probablemente, el autor anónimo de ese gesto mezquino no conoce ni conocerá jamás.