Festejan el primer cumpleaños de la bebé con fotos: una mujer los agrede y destruye el set
Para el primer cumpleaños de su hijita Anja, los padres Isaiah y Keyn Allen querían hacer algo especial y memorable, viviendo un día que habría sido hermoso para recordar en un futuro. Como para todos los padres, el cumpleaños del primer año de vida de un hijo es un momento hermoso, que merece de ser celebrado en el modo más justo.
La pareja, entonces, ha decidido de dedicarle a la hija un verdadero servicio fotográfico, con objetos de escenario, globos y torta, "ambientado" en una hermosa zona de su ciudad, Houston. Madre y padre no sabían de hecho, que una mujer sin corazón y decididamente con poca delicadeza habría hecho inolvidable la fiesta, pero lamentablemente en sentido negativo.
via Inside Edition
Francy Neely es una "socialité", o sea una mujer aparentemente de alta sociedad, rica y dedicada a la vida mundana, que vive justamente en el barrio donde Isaiah y Kelyn habían decidido de festejar el cumpleaños a su bebé. Cuando se encontró pasar por allí, evidentemente no ha aceptado lo que estaban haciendo y con mucha furia bajó de su auto, con un perro de compañía en brazos, gritando contra los jóvenes padres y destruyendo todo aquello que habían llevado para hacer la fiesta y el servicio fotográfico.
Han entendido bien: despreciando el momento feliz y sereno que la familia quería vivir sin dar molestia a nadie, esta mujer ha dañado la torta, quitando los globos y arruinando el camino que debía servir de "pasarela" para el servicio de fotos a la pequeña Anja. Inútil describir la sorpresa de los dos padres frente a una rabia del estilo: los dos han filmado la entera escena y aquello la puso más furiosa aún a la rica señora, que ha intentado de arrancar el teléfono de las manos a Isaiah.
Según lo que ha sucedido, no sería la primera vez que Fanci Neely se exhibe en comportamientos del género. Según la pareja, el gesto de la mujer habría sido agravado también por un componente razista ante ellos y por esto han denunciado el hecho.
La historia ha tenido una gran repercusión y los residentes de la zona han sostenido que una fiesta como la que los Allen estaban haciendo habría perturbado la paz pública.
La familia, de hecho, se encontraba sobre un suelo común y seguro una reacción como la de esa rica señora Neely ha ido más allá de cualquier control y decencia.
El enésimo episodio que da testimonio como lamentablemente la tolerancia es un valor siempre más olvidado y descuidado.
