Un hombre adopta a una niña que fue encerrada durante 6 años en una habitación por su madre, regalándole una nueva vida
Hay historias que tienen el poder de dejar una marca profunda no solo en quien las vive, sino también en quienes la conocen. Se trata quizás de casos "extremos" e historias increíbles, que precisamente por esto son particularmente ejemplares, por los mensajes importantes que nos regalan.
La que estamos por contarles es la historia de una niña que, en sus primeros 6 años de vida, fue tenida por su madre encerrada en la casa, lejos de todo y de todos, en una pequeña habitación y en condiciones higiénicas lamentables. Leer algo como esto, ya de por sí, es inquietante y no augura nada bueno, pero por suerte la suerte de esta desafortunada criatura estaba destinada a cambiar para mejor, en un giro que ha sido como un segundo nacimiento para ella.
via Tampa Bay Times
Era el 2005 cuando Danielle Lierow (llamada Dani) fue encontrada por los agentes de la policía que intervinieron en la casa de la madre luego de que un vecino la había visto mirar en varias ocasiones fuera de la ventana y denunció la situación. Sus condiciones eran pésimas: en la habitación en donde la madre la había retenido faltaba todo tipo de higiene y de limpieza, tenía solamente un viejo colchón donde dormir y casi nada más.
Dani no sabía ni leer ni escribir y se negaba a comer. Su peso superaba apenas los 20 kg y apenas podía caminar. Los investigadores que la han liberado han definido su historia como "el peor caso de este tipo nunca antes visto", y no es difícil creerlo. Lo más desconcertante fue que su madre, Michelle Crockett, viuda y luego obviamente arrestada y condenada, parecía no darse ni cuenta de lo que le estaba haciendo a su niña, debido a sus evidentes problemas psicológicos.
Sin embargo, a veces la vida nos enseña que incluso en las peores situaciones, el destino puede siempre reservarnos algo positivo. La suerte de Dani, de hecho, habría poder sido mucho peor, incluso luego de su liberación, pero por suerte en su camino ha encontrado una pareja de corazón inmenso, que supieron darle todo el amor que necesitaba y que jamás había recibido.
Luego de una larga recuperación y una terapia para que Dani recuperara sus fuerzas, los médicos y los psiquiatras descubrieron que en ella faltaba algún tipo de estímulo, pero no había ningún problema a nivel mental. Había crecido como una "salvaje" y pocas personas hubieran aceptado un caso tan extremo en una familia.
Bernie y Diane Lierow, sin embargo, tomaron el caso tan en serio que rápidamente pensaron que Dani debería vivir con ellos. "Necesitaba solo de nosotros" para crecer y tener finalmente una segunda posibilidad en la vida. A pesar de las opiniones opuestas de los mismos funcionarios del servicio infantil sobre la adopción, la pareja estaba más decidida que nunca a llevarse la niña con ellos.
Criar a Dani no ha sido fácil para los Lierow: marido y mujer han dedicado todos sus esfuerzos para que "volviera a nacer" como una persona normal. Han requerido años antes de que la pobre Dani aprendiera a cumplir lo que para una jovencita de su edad es absolutamente normal, pero al final los esfuerzos han dado sus frutos, aunque si hablar, para la niña, parecía todavía una meta lejana.
A pesar de alguna mejora, las tensiones entre la pareja no faltaron, tanto que los Lierow al final se divorciaron. Bernie, el padre, se ha quedado con Dani, con la intención firme de no abandonarla. Sus responsabilidades, entonces, recayeron todas sobre sus espaldas y para él no faltaron las dificultades. Al final, el hombre ha decidido dejarse ayudar por una casa de familia, donde iba todos los días, sin perder la presencia de su padre.
"Ha sido una decisión difícil de tomar, pero era necesaria" ha comentado Bernie. Hoy, de hecho, Dani ha mejorado mucho de sus problemas. Aunque si hoy no logra hablar, está más tranquila y logra interactuar mejor con quienes la rodean. "Estoy seguro que valió la pena" ha dicho el padre adoptivo, y es cierto que logró regalarle a su niña todo el amor que disponía, precisamente el que le ha faltado durante su infancia.
Lo que Bernie siente por su hija es algo que va más allá de un amor paterno: este hombre, y su mujer anterior, la han hecho volver a nacer hacia un futuro mejor, una vida que ningún niño debería tener.
