Un hombre exasperado compra una tarántula para evitar que la suegra se presente todos los días en su casa
"Los amigos se eligen, los parientes no" y éstos últimos saben ser realmente invasivos cuando se meten. Cuando una pareja elige casarse y formar una familia, sabe que deberá aceptar la calidad y los defectos del otro y, básicamente, también entrar a formar parte de la familia de su pareja. Es también verdad que no es una obligación dejarse llevar por los padres de ella o de él: ¡después de todo, el matrimonio no es con la familia entera, sino con el singular individuo! En este sentido, un hombre con mujer e hijos se encontró en dificultad precisamente debido a la invasión extrema de la suegra, la cual se presentaba en su casa todos los días, sin avisar antes, para poder "dar una mano" y estar con los nietos. Este hombre, cansado de no poder tener ni siquiera un pequeño momento de privacidad, ha ideado un plan "genial para no tener a los suegros siempre entre sus pies.
via Reddit / ProbablyAssholeGuy
Los padres de su mujer parecían ser esos clásicos abuelos invasores que, todos los días, venían a visitar a la hija con cualquier excusa. Una manera de actuar que a la larga cansa mucho, sobre todo porque te sientes privado de los espacios personales y del tiempo. El problema, en este caso, era sobre todo la suegra. Un día, uno de los tantos en donde vino a ver a su hija, ha comenzado a gritar solo porque había visto una inofensiva araña en un rincón. Luego de una escena como esta, quedó claro de inmediato que la mujera era aracnofóbica y que la única manera para alejarla de la casa era precisamente aprovechando su debilidad. Como ha contado de manera anónima en Reddit, el hombre entonces compró una tarántula para tener en la casa como animal doméstico.
Tener una tarántula parece haber funcionado. la mujer no mete más un pie en la casa o, al menos, no va tanto como antes.
La mujer del hombre se había siempre negado a especificar límites, límites que no debían traspasarse entre su familia y su madre, quizás porque no quería aceptar las consecuencias que se derivarían de decir tal cosa. El hombre nunca le dijo a su mujer claramente el motivo de la compra de la tarántula, pero estamos seguros que ella lo sabe muy bien y que, en el fondo, es algo que les conviene a todos.
