6 señales para no subestimar que nuestro cuerpo nos envía cuando las arterias se encuentran bloqueadas
Nuestras arterias son como una red de caminos larguísima, muy fina y muy intricada que cubre nuestro cuerpo de una parte a otra, transportando todo aquello que sirve para vivir, desde la sangre hasta las sustancias nutritivas. Es suficiente con esta breve descripción, en realidad, para entender lo importante que son para nuestra salud, pero, como cualquier otra parte del cuerpo, también ellas no están exentas de eventuales problemas, que siempre es bueno conocer, prevenir y tratar.
Nuestro cuerpo es un mecanismo complejo y fascinante, capaz de advertirnos si algo no va bien como debería. En el caso de las arterias y de las eventuales obstrucciones que las afecten, hay señales que no deberían subestimarse para actuar en consecuencia. Vemos a continuación cuales son, especificando que para cualquier aclaración y cuidados siempre es recomendable consultar a un especialista lo antes posible.
via Healthline
Las enfermedades ligadas a las arterias son más comunes de lo que pensamos. En el mundo, son realmente muchas las personas que sufren de estos problemas cardíacos, las cuales lamentablemente son la base de muchas muertes. El corazón, para funcionar a la perfección, debe recibir el correcto aporte de sangre: aquí porqué las arterias, responsables del tránsito de nuestro fluído vital, no deberían tener obstáculos que las bloqueen.
- El dolor en el pecho, si se repite, fuerte y constante, es uno de los primeros síntomas que merece mayor atención, dado que podría estar ligado a problemas en este sentido. Muchas personas que señalan esta molestia han descubierto tener problemas de oclusión de las arterias coronarias: se trata de hecho del dolor más común asociado al problema en cuestión.
- Dolores en los hombros en los brazos o en la espalda podrían ser otras "señales de alerta" en relación a estos trastornos. Por lo tanto, jamás subestimarlos, especialmente si son contínuos y no sufres de problemas de posturas, musculares o óseos establecidos.
- También respiraciones cortas, transpiración elevada, sentido de pesadez y debilidad podrían indicar que en nuestras arterias hay algo que no va bien: si lo experimentamos con constancia, es bueno indagar dirigiéndose al médico y efectuando los exámenes previstos.
- Atención a las piernas y a los pies: a menudos una señal de arterias obstruídas podría manifestarse precisamente por estas partes del cuerpo, dado que la circulación de la sangre no resulta suficiente para cubrir también las zonas más periféricas.
En resumen: el intento de de esta lista no es ciertamente el de alertar o generalizar acerca de síntomas y pequeños problemas que también pueden significar otra cosa que tener las arterias obstruídas. Estas informaciones, como hemos especificado, no pueden en cualquier caso sustituir la opinión de un experto. Eso no quita, sin embargo, que si todo esto es repetido, es oportuno darse cuenta con tiempo, consultando a un médico y eliminando todos los posibles factores de riesgo.
El tabaco, los niveles de colesterol en la sangre, falta de actividad motriz, peso corporal excesivo, el consumo elevado de alcohol y estrés son algunos motivos de esto. Hay entonces mucho que podemos hacer para garantizarnos una buena salud en ese sentido: nuestro físico no podrá hacer otra cosa más que agradecernos.
