El tiene 25 años, ella 62 y no obstante los prejuicios de los demás son una pareja inseparable
No importa la diferencia de edad, cuando cae un rayo no se puede hacer absolutamente nada. Una cosa que han aprendido a vivir en la propia piel los protagonistas de esta hermosa historia de amor que está enfrentando a tantos, demasiado prejuicios que la ven al centro de muchas y estériles controversias. André Rocha tiene 25 años y se ha enamorado perdidamente de Lucy, una mujer de 62 años. No obstante la tanta, tantísima diferencia, entre los dos ha estallado un amor puro y verdadero.
via Veja Sao Paulo
André tenía apenas 17 años cuando comenzó a usar Tinder, la app para encuentros sentimentales y ha sido propio allí que había conocido por primera vez a Lucy; en aquel tiempo, en el 2013, Lucy tenía 54 años. Después de casi dos años de conocerse, conversaciones y cortejo "remotamente se esfuman sin tener nunca una reunión en persona, al final André y Luy decidieron reunirse para cenar juntos.
Apenas se vieron se abrazaron por 3 largos minutos; la cena estuvo magnífica y los dos han hablado de pasiones que tienen en común (de música y películas, hasta de libros y viajes) ¡y al final se han besado!
Desde aquel momento no solo los dos han comenzado a frecuentarse, sino con el tiempo y con la pasión que crecía en ellos, han decidido de revelar su relación a las respectivas familias. André ha contado como fue la revelación con su madre: "Poco a poco, he comenzado a decirle a mi madre que salía con una mujer más grande. "¿Cuanto más grande André?", preguntó. "Más grande que tú", le respondí."
No obstante los primeros temores, entre ambas familias de André y de Lucy han aceptado de buen gusto la relación con esta gran diferencia de edad; al contrario de los amigos y de los conocidos del joven, que por lo visto parecen ser menos comprensivos: "Para mis amigos la aceptación ha sido muy difícil. Habían comentarios que mezclaban inmadurez y maldad, entonces, he quedado desilucionado de la mayor parte de ellos."
No obstante las miles de dificultades, la historia de amor de Lucy y André es todavía muy sólida y ahora están viviendo una nueva etapa. La casa donde Lucy vivía con la madre está en fase de reestructuración y los dos han programado adoptar niños, además están proyectando de casarse en una playa y de ir a Disnyland con su futura familia.
¡Una hermosa historia de amor que nos enseña una vez más que la edad a veces no es de hecho un obstáculo para construirse una nueva vida!
