Inventa los "iglú" para los indigentes sin un techo: refugios calientes y seguros que permiten a los menos afortunados de superar el invierno
El problema de los indigentes, o de quien vive bajo el límite de la pobreza, sin poder permitirse ni siquiera una habitación o un techo cálido donde dormir, es un problema estructural, que difícilmente podrá ser resuelto en breve tiempo. Las iniciativas para detener el problema y ofrecer soluciones de vida mejores a estas personas que se encuentran sin más nada, obligadas a pedir limosna, son muchas en todo el mundo y más o menos allí se implementan donde es posible, por ejemplo un joven ha realizado estructuras, llamadas no por casualidad "iglú", que permiten a los indigentes refugiarse en un lugar seguro y caliente incluso en previsión del invierno.
via Iglou
Como también el resto del mundo, Francia debe afrontar el hecho que muchas personas están obligadas a vivir en la calle; según un estudio realizado por la Fundación Abbé-Pierre, Francia tiene más de 250.000 personas que viven por la calle. Números de vertiginosos, que han permitido a Geoffroy de Reynal, un ingeniero francés, de tener la idea y realizar una estructura que de alguna manera podría detener los efectos del invierno en estas personas. Es bien conocido, de hecho, que muchos indigentes terminen por morir congelados durante los meses más fríos del año, justamente porque están privados de cualquier reparo.
Geoffroy de Reynal ha inventado pequeños refugios en forma de iglú, desmontables y a prueba de frío: la estructura, sin embargo, está realizada en polietileno y espuma metálica (alumnio), que además de ayudar a conservar el calor humano, permite también de tener una especie de colchón. En definitiva, un modo para hacer la noche de estas personas un poco más confortables.
Una vez cerradas, los iglú logran mantener una temperatura comprendida entre los 15 y 20 grados, durante una noche helada. Cada uno de estos iglú tiene un costo cerca de los 177 dólares, motivo por el cual Geoffroy ha querido poner en pie una campaña para recaudar fondos y llegar al menos a $5.912.
¡Inesperadamente, su crowdfunding ha superado ampliamente la cifra fijada, llegando a los 21.200 dólares!
Claramente, Geoffroy sabe muy bien que estos iglú modernos no representan la solución real al problema de la pobreza, pero cree firmemente que puede ser una pequeña ayuda en grado de hacer levemente mejor la vida de un indigente.
Una pequeña solución práctica, entonces, que podría ser puesta en acción en muchísimos otros países. ¡Nosotros se lo deseamos de corazón!
