Una voluntaria "adopta" 14 huérfanos africanos y les regala una nueva vida: son una gran familia
Cuando un joven termina el recorrido escolar y antes de emprender el camino universitario, decide tomarse el llamado "año sabático", una persona pensaría en viajes al fin del mundo, en amistades nuevas, experiencias extraordinarias y aventureras para recordar toda la vida. Sin embargo hay quienes deciden tomarse el año sabático para hacer de voluntarios, como Letty McMaster, la joven británica protagonista de esta extraordinaria historia de adopción.
via The Sun UK
Letty McMaster ha decidido hacer el voluntariado en África luego de terminar sus exámenes del bachillerato, por lo que bajó al continente africano para un periodo de voluntariado de un mes, que luego se transformó en un año. Sí, porque Letty no podía precisamente abandonar a todos esos niños sin techo y desnutridos que encontraba en su camino: muchos de estos habían sufrido abusos de todo tipo, y estaban obligados a tener que deambular y vivir por las calles de África sin poder permitirse la comida, cuidados y afecto.
Es por esto que Letty ha decidido prolongar su permanencia en África.
Cuando la joven británica ha descubierto que también muchos de estos niños y jóvenes del orfanato eran maltratados y no tenían la posibilidad de alimentarse, Letty decidió permanecer más tiempo y fundar una organización benéfica de nombre Street Children Iringa, donde acogería algunos de los niños necesitados del lugar una vez que el orfanato cerrara.
Primero la organización acogió a 9 niños provenientes del instituto, luego otros 5: en total esta "casa de familia" alberga y alimenta a 14 niños pobres, huérfanos y sin techo de África y ahora Letty no es solamente su tutora, sino casi una segunda mamá para ellos: "Soy la figura paternal en casa, algunos de los jóvenes que nunca han tenido un padre me ven como su mamá, pero la mayor parte me ve más como una hermana mayor dado que no soy mucho más grande que alguno de ellos."
Letty vive en Iringa, en el estado africano de Tanzania, durante nueve meses al año; los demás meses los transcurre en el Reino Unido donde continúa recogiendo fondos y sensibilizando a los ciudadanos sobre la utilidad de su misión africana; la joven explica: "Cuando todos regresan a su casa de la escuela, todos tienen sus historias para compartir, tareas, entrenamientos de fútbol y compromisos musicales. Es una casa de familia en todo sentido de principio a fin."
Una organización benéfica que se convirtió en el tiempo en una verdadera familia gracias a los esfuerzos y la sensibilidad rara de esta voluntaria inglesa que enseguida se tomó enserio los destinos de estos jóvenes, cambiándolos para mejor y alejándolos de las calles. ¡Felicitaciones por todo lo que haces y lo que continúas haciendo para ellos, Letty!
