Un hombre agresivo sube a la metropolitana alejando a todos los pasajeros: una anciana logra calmarlo con un simple gesto
Al día de hoy es muy fácil detenerse en las apariencias y juzgar al prójimo sin tener las informaciones completas, necesarias para comprender mejor lo que tenemos de frente. Hay siempre menos interés hacia el prójimo y las dificultades que podrían oprimirlo más de lo habitual. La vida no es ciertamente un paseo, todos sufrimos por un motivo u otro, ¿pero entonces porqué no logramos mostrar un poco más de compasión por aquellos que son más frágiles? Un hombre con un comportamiento agresivo entró en el vagón de la metropolitana comenzando a "asustar" a los pasajeros con sus gritos y maldiciones. Muchos se alejaron de él, dejándolo solo. Todos, excepto una simpática anciana que ha cumplido probablemente el único gesto posible para calmar a aquel hombre: le ha dado la mano y lo hizo sentir menos solo, precisamente como haría una mamá con su hijo.
Uno de los pasajeros presentes en aquel momento, Ehab Taha, logró inmortalizar la escena, fotografiando al hombre, grande y fuerte, sentado en el piso y con las lágrimas en los ojos, mientras tiene la mano de la anciana mujer, sentada justamente al lado de él, en uno de los asientos libres. Fue suficiente un simple gesto de una desconocida de setenta años que bien habría podido ser su madre, para calmarlo. Ninguno de los demás pasajeros había mostrado empatía o sincera preocupación por el estado de ese hombre, pero la dulce viejita sí. Ehab Taha, entonces, quiso hablar con esa señora, preguntándole el motivo de ese gesto. La respuesta de la mujer ha sido muy conmovedora: "Soy una madre y él necesitaba de alguien que le esté cerca, incluso solo con el toque de una mano", ha dicho antes de emocionarse.
Si todos mostráramos un poco más de compasión y comprensión hacia el prójimo, ¡quizás el mundo resultaría un poco menos cruel de lo que parece!
