Un burro y un caballo sobreviven al incendio de la granja: el abrazo con el dueño es conmovedor
Dedicarle toda la vida a los animales no es una tarea fácil; se necesita coraje, mucha pasión y determinación, especialmente si se decide conducir una vida apartada, en el campo, cuidando tu rancho y a tus amigos de cuatro patas. Como Travis Ochs, un ranchero que vive en el borde de Geer Canyon Drive en Boulder, Colorado y que fue obligado a alejarse de su casa a toda prisa debido a un devastador incendio...
via CBS Local
Cuando las llamas del incendio estaban por alcanzar el rancho, Travis puso a salvo a la madre y a la hermana, que vivían con él, subieron a la camioneta e intentó salvar el mayor número de animales. Pero el fuego era demasiado amenazador: "No tenía idea que el fuego estuviera tan cerca. Me di vuelta de inmediato. Había pedazos grandes de madera en llamas que cayendo por todo el camino."
Antes de que la situación se volviera peor, el condado de Boulder envió remoloques para caballos para ayudar a todos los ganaderos de la zona a que evacúen su rancho, pero para Travis había otro problema: Adam, el caballo de batalla preferido por Travis, era demasiado grande y alto para subir al remolque.
Entonces, por desesperación y porque no había otra elección en esa situación de emergencia, Travis tomó una decisión extrema: dejó atrás al caballo Adam y a su burro inseparable, Ennis; estos dos animaes, que ambos tenían 14 años de edad, habían sido criados con afecto por su ranchero desde cuando tenían solamente 6 meses...
Con el corazón en la garganta, Travis pensaba que nunca más los volvería a ver, tragados por las llamas del incendo que estaba devastando a su rancho; ¡pero al día siguiente llegó una sorpresa inesperada!
La mañana siguiente luego del incendio las autoridades regresaron al lugar y, a pesar de que el fuego destruyó toda la propiedad de Travis, el caballo y el burro estaban todavía vivos y coleando, rodeados de un pedazo de tierra quemado y ennegrecido...a pesar de la situación de gran emergencia y peligrosidad, ¡se habían ayudado entre ambos y finalmente se salvaron!
Travis no lograba creer a sus ojos: a pesar de que estaban en estado de shock y de que estaban hambrientos, ¡estaban en excelentes condiciones!
Al final, Travis, con las lágrimas en los ojos abrazó tiernamente a sus dos animales preferidos, muy contento de que al menos ellos se habían salvado de la furia de las llamas. Una verdadera fuga milagrosa que, en un escenario de destrucción, preservó la vida.
¡Estamos tan contentos por el caballo Adam y el burro Ennis!