Colecta dinero para comprar el auto del papá fallecido, pero un hombre le da las llaves y le dice: "El auto es tuyo"
Quien trabaja como policía es una persona no solamente muy dedicada a su misión, sino también una persona muy valiente; todos los días, saliendo con su auto para patrullar su ciudad, corre el riesgo de encontrarse con la realidad e individuos no del todo tranquilos que pueden poner en peligro su vida. Una vida que fue quebrada al servicio del padre de Tanner Bronwlee, quien perdió a su padre policía en el 2010.
El papá de Tanner, un gran agente de policía de la ciudad de Denver, cayó prestando servicio en el 2010 y Tanner junto a su hermano desde siempre ha intentado conservar como podía el recuerdo de su modelo de vida; ya sea el uniforme de servicio o su campera, Tanner desde siempre tuvo un sueño: el de lograr comprar con su dinero el auto de ordenanza de su padre, una Dodge Charger.
Por este motivo, el joven, apenas supo que el auto había sido puesto en una subasta para beneficiencia, abrío una recaudación de dinero en GoFundMe para poder ganar la subasta y llevársela a su casa, junto a otros recuerdos de su padre: "El auto de la policía de mi padre era algo a lo que él era muy apegado y para otra persona podría ser solamente un auto. Pero para mi era de mi padre. Quiero mostrarle a mi padre que me he convertido en un hombre y asumirme la responsabilidad de mantener vivo su legado. Esto sería un gran paso adelante en ese sentido."
Durante la subasta, la Dodge Charger del padre sin embargo fue vendida por unos 60.000 dólares, un precio demasiado alto para los hermanos Brownlee, que había recaudado en GoFundMe unos 3465 dólares. Tanner sabía que no hubiera podido alcanzar jamás esa cifra, pero una sopresa grata lo estaba esperando...
Steve Wells, el hombre que había ganado la subasta del auto, le dio las llaves en la mano a Tanner y le dijo: "Tanner. Aquí está tu auto." De hecho, lo que el hijo del policía no sabía era que el auto había sido subastado para luego ser donado a Tanner y al hermano Chase.
La Dodge Charger de Sam Brownlee había sido puesta a propósito en la subasta para financiar y recoger fondos para el cuerpo de policía de Denver y para ayudar la vida de los familiares sobrevivientes a la muerte de un pariente cercano que murió en servicio.
Tanner no podía creer a todo esto, estalló en lágrimas y abrazó a Steve Wells: ahora ese auto, que tanto significaba para los dos hermanos huérfanos de padre, era de ellos y un pedazo de su policía preferido estaba en casa con ellos, ¡cerca a su corazón!
