Dos gemelos de 20 años pagan el préstamo hipotecario de los padres gracias al dinero ganado realizando videojuegos
¿Quién dijo que no se puede ganar mucho dinero con los videojuegos? Quizás, frente a estas palabras, algún adulto escéptico podría cambiar de opinión sobre la naturaleza de estos juegos interactivos. Dos gemelos, de tan solo 20 años, han literalmente triunfado en el mercado con el invento de un juego, desarrollado en la plataforma Roblox. Los dos pequeños genios, Ben y Matthew Horton, tenían solo 13 años cuando realizaron su primer videojuego online, inicialmente gratuito y luego se volvió pago por el uso de algunas funciones. Desde aquel día, pasaron varios años y los dos gemelos se perfeccionaron mucho en la realización y en el desarrollo de los videojuegos, que lograron ganar bastante para cerrar el préstamo hipotecario de sus padres.
via Mirror
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Ben y Matthew abandonaron la escuela a los 16 años, no porque se aburrían en la escuela, sino porque ya tenían en la mente algo demasiado grande y sabían que su proyecto tendría una secuela. A los 13 años habían realizado su primer videojuego online, completamente gratuito; luego de un tiempo, lo implementaron con algunas funciones que requerían de una colaboración de 5 esterlinas y comenzaron, de esta manera, a ganar sus primeros centavos. Meses después Matthew ha realizado una película de aventuras llamada The Last Guest, sobre la base donde su hermano Ben desarrolló el existoso videojuego Guest World que, solamente en su primer año de vida, ha permitido a los jóvenes ganar 67.000 esterlinas, ¡unos 70.000 euros! Los dos ciertamente no se detuvieron y tienen activos al menos unos veinte videojuegos.
Una ganancia que asombró a los padres, en particular al padre, el cual, luego de haber visto la primer ganancia de 600£ creía que sus hijos hacían algún tipo de actividad ilegal. En cambio, los dos gemelos han simplemente encontrado la manera de tener más éxito con lo que más amaban. Gracias a las ganancias elevadas, los dos decidieron "agradecer" a sus padres, pagándoles lo que quedaba del préstamo hipotecario de la casa en la que viven. ¡Ciertamente escucharemos hablar de ellos todavía!
