Las calles están congeladas y poco seguras: el conductor del autobús escolar se detiene y le paga el desayuno a todos los niños
Manejar con hielo en la calle no es realmente agradable; es necesario abastecerse con cadenas, gomas térmicas y usar la dirección del auto muy lentamente, muy despacio para evitar deslizarse y provocar accidentes en la calle. Una cosa que sabe perfectamente Wayne Price, un chofer del autobús escolar que una mañana recogió como siempre a los niños de la escuela primaria de Montevallo en Alabama pero decidió no acompañarlos directamente a la escuela debido a que las calles congeladas estaban demasiado peligrosas...
via Today
Wayne Price sabía esa mañana que las calles congeladas estaban demasiado peligrosas para llevar con total seguridad a casi 50 niños que subían todos los días en el autobús para dirigirse a la Montevallo Elementary School, entonces decidió tomar un atajo más seguro y les daría a ellos una gran sorpresa, dado que en la escuela las clases comenzarían dos horas más tarde y se saltaría el desayuno tradicional del aula.
Wayne sabía que manejar hasta allí era demasiado peligroso, para él y para los niños, entonces decidió aprovechar esas dos horas de "hueco" y llevarlos a todos al McDonalds más cercano y ¡pagarles de su bolsillo a todos los niños que estaban arriba del autobús el desayuno matutino!
Obaviamente, el gesto amable del chofer del autobús escolar que prefirió la seguridad de los pequeños en vez de manejar sobre las calles heladas ha sido advertido y aplaudido por los padres de los alumnos y por el personal de la escuela, que en Facebook declararon: "El señor Price, uno de nuestros choferes de autobúses, ¡mostró realmente un gran espíritu de navidad! El martes, cuando la escuela pospuso la apertura debido a las calles congeladas y no pudo servir el desayuno, Wayne compró galletas en McDonalds para todos los estudiantes que estaban en el autobús. ¡Que gesto amable, que nuestros estudiantes recordarán para siempre!".
¿Y cómo hacemos para no recordalo nosotros también? ¡Muy bien Wayne!