Antes pilotaba aviones, ahora entrega pizzas: como cambió la vida de este joven debido a la pandemia
La epidemia del Coronavirus que ha involucrado a todo el mundo ha sido un rayo de la nada, a pesar de que muchos científicos y luminarios hayan "predicho" en tiempos insospechados la posibilidad bastante concreta de la llegada de una pandemia. Una pandemia que tuvo y está teniendo un impacto desastroso sobre la vida de millones de personas, así como la economía de Países enteros. Cada vez más personas están hoy obligadas a reinventarse o a encontrar otro trabajo, ya que la actividad en la que estaban momentáneamente está cerrada. Hay empresas que han cerrado definitivamente, dejando a familias enteras sin un punto de referencia. Un momento realmente crítico para todos, en definitiva, que alimenta situaciones nada menos que paradójicas: como la de Roman Savin, un joven piloto de aviones que, hoy está obligado a entregar comida a domicilio para ganar un poco más.
2019...
Roman Savin es un piloto ruso de 23 años; hoy vive en Lituania, está casado, tiene hijos y debe naturalmente debe mantener a su familia. El joven ha publicado dos fotos muy significativas, en la página de Facebook. Se trata de 2 fotos tomadas con 1 año de diferencia, en el ascensor: en la primera, Roman está vestido de piloto, acompañado de su trolley y listo para un nuevo y emocionante día de trabajo; en la segunda, lo vemos con ropa muy normal, una máscara protectora y el bolso térmico que le permite hacer las entregas a domicilio.
...2020!
Roman de todas maneras no la pasa tan mal como muchas otras personas: "Tengo 23 años, en los últimos tres encontré trabajo como piloto. Como sabemos, la pandemia ha llevado a la industria aeronautica a un mínimo histórico. El año pasado, solamente durante la estación de verano, logré volar 90-100 horas al mes, mientras que este año he acumulado solamente 140 horas de vuelo durante todo el año. Sigo trabajando como piloto porque mi aerolínea aún opera varios vuelos. En promedio, hasta el momento, tengo 1 vuelo al mes, lo que significa que todavía hay 30 días libres". Días que Roman quiso aprovechar para encontrar trabajos temporales.
Por ejemplo, durante la semana puede trabajar desde casa como vendedor de repuestos de aviones, mientras que en el fin de semana trata de hacer alguna entrega como repartidor. De esta última ocupación, Roman trata de ver el lado positivo: luego de una semana transcurrida frente a la computadora, ¡puede "dar un paseo" por la ciudad, escuchar su música preferida y encontrarse con personas cada vez que hace una entrega!
Viéndolo bajo este punto de vista no está tan mal. Su situación es temporal, que impactará relativamente poco en su vida, mientras que para muchas otras personas no será fácil "regresar a sus trabajos".
Roman sabe que es afortunado, pero siempre se ha esforzado para alcanzar similares resultados: para convertirse en piloto hizo un curso de preparación de una duración de dos años y fue, más o menos, todo lo que necesitaba para comenzar su carrera. "He comenzado a los 17 años, terminé a los 19 y obtuve mi primer trabajo a los 20", comenta con satisfacción el joven ruso de 23 años.
¡Un ejemplo para muchos!