Un niño de 4 años encuentra el celular de la mamá y ordena 100$ de comida a domicilio de McDonald's
A todos nos gusta ordenar comida online y poder saborear los propios platos preferidos directamente sobre el sillón de casa. A menudo, la comida puede convertirse en un modo para atenuar ansiedades y opresiones,¡se vuelve fácil, por lo tanto, levantar el teléfono y ordenar lo que más se desea en el momento! Ordenar de tanto en tanto no es absolutamente un problema, es un placer no tener que cocinar y poder relajarse un poco, pero si se vuelve una costumbre contínua puede ser dañino, ¡más allá que económicamente es insostenible! En Brasil, un niño de 4 años, encontró el celular de la madre escondido y gracias a los comandos de voz, ha logrado hacerse entregar ¡casi $100 de comida ordenado a McDonald! La mamá, que se hacía una ducha de unos minutos, quedó asombrada cuando el repartidor le tocó la puerta de casa.
via BoredPanda
En estos tiempo tan inciertos, donde hay una pandemia en curso, ¡un poco de comida chatarra para consolar el alma no hace mal después de todo! El pequeño Tom, sin embargo, debe haber exagerado con la orden cuando ha tomado a escondidas el celular de la mamá. Raissa Andrade, una madre de 32 años proveniente de Recife, en Brasil, debió ir a una consulta al médico y al regreso se hizo de inmediato una ducha, respetando escrupulosamente el protocolo anti-Covid. En aquellos pocos minutos, evidentemente, el hijito de 4 años se debió haber obsesionado de su celular. Sin que la madre se diera cuenta, el pequeño ha llamado a McDonald's y ordenó: 6 Happy Meal, 6 sandwich especiales, 10 malteadas, 8 helados, 8 botellas de agua y 8 juguetes en oferta especial. Todo ello no le ha sido suficiente: McDonald había olvidado de llevarle el peluche de un Minion y la torta de manzanas.
La mamá quedó con la boca abierta cuando el repartidor le entregó 10 bolsas de McDonald, ¡por un total de casi 100 dólares! Por suerte, no se enojó con el pequeño, pero ha elogiado su extraordinaria inteligencia. Durante el aislamiento, la mamá había ordenado muchas veces comida para llevar a su casa y su hijo Tom, probablemente, debía haber aprendido a la perfección la dirección de la casa en ese modo. Toda aquella comida, igualmente, no ha sido en absoluto desperdiciada, porque Raissa le ha regalado un poco a algunos prientes que vivían en el mismo edificio.
¿Y ustedes con que comida se consuelan en estos días?