6 errores que muchos padres tienden a cometer al gestionar los caprichos de los hijos
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Cuando nuestro hijo atraviesa la etapa de la infancia, entre las más delicadas de su vida, nosotros los padres sabemos muy bien que nunca son rosas y flores. La mayor parte de las veces, el mayor desafío de todos es la de saber manejar sus caprichos; a menudo verdaderamente fastidiosos y aparentemente insoportables, estos lamentos comunes de nuestros niños son mal manejados por la figura del padre y de la madre. ¿Cómo afrontar de manera equilibrada los caprichos de nuestros niños? Aquí seis consejos útiles.
via Mayo Clinic
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- Evitar de enojarse con ellos: inútil enojarse o gritarles a los hijos cuando se ponen caprichosos, la única respuesta que tendrán en consecuencia es la empujarlos a entender fino donde están dispuestos a llegar con sus amenazas.
- No castiguen a sus hijos: si sus hijos entienden que sus acciones llevan a un comportamiento negativo, no harán otra cosa que hacerlo partícipe del hecho que también sus padres "tienen caprichos". Un pozo sin fondo que es mejor evitar.
- No ignoren sus caprichos: la peor cosa que pueden hacer es ignorar sus lamentos; por cuanto no logren soportar el momento de desahogo, si no le dan importancia irá mucho peor..
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- No ceder a sus caprichos: si les dan cuerda para intentar que estén mejor han hecho muy mal. Este comportamiento de ustedes podría justificarlo en el futuro a continuar comportándose en ese modo. Eviten absolutamente de ceder.
- No intenten de bajar transigiendo: inútil intentar de entender a su hijo mientras está enojado; en aquel momento no quiere sentir razones, será del todo imposible e improductivo bajar a pactar con él.
- No estarle siempre encima: en el momento de los caprichos, todo lo que tu hijo quiere es alguien que lo controle constantemente; cuando entre en un arrebato es mejor dejarle espacio necesario para que se tranquilice.
¿También a ustedes les ha ocurrido de tener que enfrentar a su hijo en un momento de capricho infinito?
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