Desde hace 32 años este pueblo en Italia renuncia a las luces de Navidad y regala dinero para beneficencia
Hay un pueblito en el Norte de Italia que desde hace 32 años hasta hoy decidió de común acuerdo con la administración de la ciudad no colocar las tradicionales luces navideñas en el mes de diciembre por solidaridad y para ahorrar cualquier monto a favor de iniciativas en cooperación con algunas organizaciones benéficas hacia los países más pobres del mundo. Nos encontramos en Cesara, un pequeño pueblo de 590 habitantes a orillas del Lago de Orta.
via La Stampa
Desde 1989 el párroco Don Renato Sacco, junto a todas las administraciones comunales que le sucedieron, han llevado adelante esta batalla contra las luces navideñas, símbolo de una Navidad dedicada al desperdicio y a las cosas efímeras; menos luces en las calles en el mes de diciembre, menos gastos para los ciudadanos, que en 32 años han ahorrado casi 150.000 euros, dinero que con el tiempo se ha ido donando a asociaciones u organizaciones sociales de extrema pobreza, esparcidas por todo el mundo.
Los ahorros del 2020 del municipio de Cesara irán a una cooperativa formada por 12 mujeres en Afghanistán que se dedica al cultivo del azafrán, mientras que otro dinero se donará a familias y a ciudadanos de la zona que han sido víctimas de las inundaciones que golpearon al Norte de Italia en el mes de octubre.
Se apagan las luces de Navidad pero no la luz de la solidaridad, el verdadero símbolo de la Navidad; de hecho, Don Renato les ha pedido a todos los ciudadanos del pequeño pueblo, que prendan una vela los días de las fiestas en las ventanas, un símbolo más antiguo y más ligado a la espiritualidad y a la intimidad de una fiesta que a lo largo de las décadas parece haber perdido su verdadero significado.
