Amar a los hijos significa también dejar que se alejen y cometan sus errores
Las mamás y los padres de todo el mundo han estado allí al menos una vez en la vida; uno de los regalos más hermosos y extraordinarios que la vida les ha regalado es el de tener uno o más hijos, seres humanos a los que crecer, educar, amar para siempre y tener para siempre a su lado. ¿Pero será siempre así o tal vez es correcto para los padres, una vez llegada la madurez del hijo, saber encontrar la manera de cortar el metafórico cordón umbilical que los une y dejarlos ir?
via Psychology Today
Un dilema que preocupa a la mayor parte de los padres que viven el momento de la madurez del hijo y de su adiós (o hasta luego) de las paredes de la casa como un evento inicialmente traumático; nunca estamos preparados para vivir ese desapego, para darnos cuenta del tiempo que ha pasado desde cuando nosotros padres hemos dado a luz a nuestro pequeño, de cómo han volado los años, él creció y ahora, mayor de edad y con madurez, está a punto de dejar su lugar natal para una nueva y emocionante aventura.
Un nuevo horizone que el hijo vivirá sin la presencia de mamá y papá, quienes también lo han criado, educado y moldeado durante todos estos años; pero recordemos siempre una cosa: es gracias a las enseñanzas de los padres que un joven o una joven se convertirá en un adulto sano, equilibrado, con sanos principios e independiente.
Exacto, porque todo sumado, un padre perfecto es aquel que logró enseñarle a su hijo la importancia del respeto, de la educación, del saber estar en el mundo, ser independientes; por este motivo, no se desesperen cuando él o ella decidan hacer las valijas hacia una nueva aventura: ya sea por estudio, por trabajo o por amor, esta etapa fundamental para cualquier persona es necesaria para garantizar que las enseñanzas de vida de los padres valieron algo.
Queridos padres, no lloren si su hijo se vá de casa algún día; y cuando ese día llegue, sepan que han hecho un gran trabajo: ahora su pequeño no es más el niño que recuerdan un tiempo atrás, ¡pero les aseguramos que es y será siempre su hijo y será insustituible!
