Un sacerdote ha adoptado un recién nacido con Síndrome de Down que había sido abandonado: ahora finalmente tiene una familia
En esta vida terrenal hay quien se esfuerza cada día para ayudar al prójimo y llevar un poco de alivio a quien parece haber nacido "menos afortunado" que los demás. Padre Omar Sánchez Portillo, un joven peruano es justamente una de estas personas. Siendo director de un centro de hospitalidad para jóvenes, niñas, adolescentes y ancianos situado en Lurín, Lima (Perú), logra ayudar a muchos niños y ancianos que han sufrido injusticias y maltratos y que se dirigieron a él y a su asociación. El día que cumplía 51 años, el Padre Omar ha recibido lo que él mismo definiría una bendición: un recién nacido afectado de Síndrome de Down había sido abandonado por una joven mamá y él no ha pensado dos veces en cuidar del pequeño en primera persona.
Ismael es un niño de apenas 2 meses, que había sido abandonado por la joven madre, una niña de 17 años con problemas de alcoholismo y con esquizofrenia nunca tratada. Una pequeña criatura necesitada de afecto y de cuidados, que afortunadamente ha encontrado sobre su camino al buen Padre Omar, el cual de inmediato ha ofrecido reparo hospedando a Ismael. Sobre su perfil de Facebook, el sacerdote agradeció al Señor por haberle dado esta posibilidad, por ese inmenso regalo: "¡Gracias por el regalo que me has hecho Jesús para mi cumpleaños! Nunca dejas de sorprenderme mi Jesús. ¡Bienvenido Ismael! Traerte hasta aquí desde Cusco ha sido una aventura, la primera de tantas que vivieremos juntos".
Con su Asociación de Bienaventuranza, el Padre Omar logra hospedar y recibir muchos jóvenes y ancianos en dificultad. Su equipo está compuesto por numerosos laicos que se empeñan a dar asistencia a todos los huéspedes presentes, incluso el pequeño Ismael que finalmente, puede vivir en un lugar lleno de amor.