Pareja adopta a una niña: cuando el papá ve a la mamá biológica, descubre haberla "vista" ya en un sueño
A veces, el destino juega realmente con la vida de los seres humanos de una manera realmente sorprendente. Se pueden llamar coincidencias o casualidades, pero hay quienes ven detrás la mano de Dios, particularmente para los que son religiosos. Un destino que se manifestó en un sueño a la edad de 10 años a Walter Manis, un hombre que afirma haber tenido una visión lúcida de su futura hija adoptiva: años después, este sueño parece haberse hecho realidad...
Walter había vivido su infancia en una finca familiar, un terreno privado que se extendía hacia el bosque y hasta la naturaleza más incontaminada; un día, cuando el pequeño joven tenía 10 o 12 años, tuvo una visión lúcida que todavía hoy recuerda con asombro: "Tenía unos 10 o 12 años y a la mitad del día, Dios me da una imagen muy lúcida de una niña. Y la tengo en mis brazos, la balanceo en el patio de mis padre y la niña se ríe como una loca. En la imagen que tenía en la mente ella tenía la piel oscura, los ojos oscuros y Dios me dice: "Esta será tu hija. Su nombre será Chloe."
Una visión mística a la que Walt no le dio mucha importancia con los años, hasta cuando conoce a su amiga de la infancia Anni; los dos se veian como amigos desde una edad temprana, pero comenzaron a tener un interés recíproco solamente en los años de la universidad.
Cuando un dia Annie le dijo que en ella sentía un gran instinto maternal y que quería llamar a su hija Chloe, Walt no podía creer lo que escuchaba; ¿qué esa visión se estaba cumpliendo realmente? Luego de unos años los dos se casaron, pero pasaron otros cuatro años sin que Annie lograra quedar embarazada. Walt contó: "Siempre me había aferrado a la promesa que Dios me hizo en relación a mi hija, entonces no sabía cuando sucedería, pero estaba comenzando a ser difícil esperar."
Así es como los dos decidieron adoptar una niña, renunciando al sueño prometido en la visión de la infancia; cuando Walt y Annie descubrieron que había una mamá biológica que quería que adoptaran a su hija, los dos no tardaron en ir hacia Wichita, Kansas, para encontrarla y finalizar los trámites burocráticos.
Una vez llegados a Wichita, Walt quedó sorprendido: la madre biológica de la niña era idéntica a la niña que el tenía en sus brazos en su visión de su infancia, y cuando la pareja le preguntó a la madre que nombre había pensado para la niña en adopción, ella respondió: Chloe. Walt y Annie no podían creer lo que estaban escuchando y comenzaron a llorar. Era verdaderamente la señal del destino.
Ahora, Walt, Annie y la pequeña Chloe son una familia muy felices, ¡nacida bajo el signo de un destino que esta vez parece haberla hecho muy grande!
