Una enfermera adopta un niño rechazado más de 10 veces: "No es el hijo que quería, pero el que Dios me ha dado"
El destino quiso que los dos caminos de vida se encontraran y ahora son inseparables. Una asistente de la salud de San Pablo, Brasil, decidió adoptar un niño abandonado por la madre en un hospital, un niño que nadie quería adoptar porque sufre de graves problemas de salud. Sin embargo, el corazón de esta mujer ha cambiado para siempre la suerte de este dulce niño y el de su madre adoptiva. Aquí su historia.
La asistente de salud se llama Leinimar de Farias Cruz que vive y trabaja en San Pablo, brasil y es precisamente en el hospital donde trabaja que se cruzó su destino con el pequeño Paulo Henrique, nacido prematuro por una familia desastrosa: su madre era una drogadicta que lo tuvo en el séptimo mes con una cesárea de emergencia. El nacimiento prematuro del bebé le ha causado una forma grave de broncodisplasia pulmonar, una enfermedad caracterizada por cambios en la función respiratoria de los recién nacidos debido a esa condición.
Leni era la enfermera que se encargaba del control y del cambio de la sonda gástrica de Paulo, es por esto que con el tiempo ha formado un vínculo muy especial con él. La asistente de salud iba a visitarlo, cuando podía, incluso los fines de semana una vez que fue trasladado a una sala especial. Cuando el pequeño cumplió los 5 años, Leni decidió que debería adoptarlo.
Paulo Henrique tenía también problemas de lenguaje, pero solo porque no tenía estímulos para desarrollarlos fuera del ámbito hospitalario, por eso Leni sabía que si podía adoptarlo, le cambiaría la vida para mejor: "Ahí en mi corazón estaba segura que era como mi hijo. No tenía idea sobre como lo cuidaría, despertarme a las 4:50 de la mañana para ir a trabajar, regresar a casa al final del día, sola y sin ayuda. Recuerdo haberle dicho a Dios que si traía a Paulo a mi, lo haría sentir como en su casa."
Al final, en el mes de marzo del 2020, Lení logró adoptar oficialmente al pequeño Paulo Henrique, que ahora lentamente está mejorando, aprendiendo a hablar y su salud definitivamente está mejorando. Ahora que el pequeño encontró una madre adoptiva que lo ama con todo su corazón, sabe que no necesita de otra cosa más que de su amor.
