El perro anciano tiene dificultades para moverse: la familia se turna para dormir con él sobre el sofá para consolarlo
Adoptar un perro es seguramente una elección que cambia la vida, bajo cualquier punto de viste. El dicho que dice "el perro es el mejor amigo del hombre", es definitivamente el espejo de la realidad: ofrecer un lugar donde dormir, amor y cuidados a un cachorro significa aceptar a un nuevo integrante de la familia, un nuevo amigo. Un integrante fiel y leal, que jamás le dará la espalda a ninguno de la familia. La familia de Catherine Morrison decidió adoptar a Spike en 2012. En esa época, el perro tenía 6 años y había sido salvado de un refugio. Con el paso del tiempo, Spike tuvo que enfrentarse a dos ataques cardíacos, a los cuales sobrevivió con algunas dolencias. Hoy, a los 15 años de edad, el perro tiene dificultades para moverse y ciertamente no puede llegar hasta la habitación de sus "padres" en el piso de arriba, como hacía antes. Por esto, la familia duerme con él sobre el sofá turnándose cada noche.
via The Dodo
Cuando la familia Morrison adoptó a Spike, creyeron firmemente que el perro tendría acceso exclusivamente al nivel inferior de la casa. La primer noche, el papá de Catherine se aseguró de que "la puerta" de las escaleras que llevaban al piso de arriba estuviera perfectamente cerrada. Spike no habría podido llegar al segundo piso, según sus predicciones. Obviamente, se equivocaban: luego de un par de minutos de llorisqueos y quejas, Spike no dudó dos veces en saltar esa puerta y llegar hacia la cama de sus "padres". Desde ese momento en adelante, sería aquel su lugar preferido.
El segundo ataque cardíaco, sin embargo, afectó particularmente al pobre Spike, el cual ya es anciano y está limitado en sus movimientos. En sus condiciones, es absolutamente incapaz de subir las escaleras que llevan al piso de arriba e incluso cerrando la pequeña puerta, a la familia le preocupa que el perro pueda saltarla. Para evitar más daños físicos, la familia ha decidido que cada uno de ellos se turnaría para dormir en el sofá, en el piso de abajo, junto al anciano Spike. una manera para evitar que el perro se sienta demasiado solo.
Una rutina que ha comenzado cuando Catherine iba a la universidad y que siguió incluso con su presencia. De esta manera, los turnos entre tres personas permiten que al menos dos de ellas duerman mejor. El papá de Catherine, de todos modos, nunca deja de llevarle comida, agua y cuidados especiales a su viejo compañero de cuatro patas.
La dedicación que toda la familia pone para hacer que la vida de Spike sea lo más cómoda posible es realmente admirable. ¿Quién no lo haría por su perro?