Un hombre encuentra el anillo de compromiso de una anciana gracias al detector de metales: había sido robado hace 33 años
Quienes eligen practicar un hobby particular como es el detector de metales, sabe bien cual es una de las satisfacciones más grandes para el buscador: encontrar objetos preciosos y, precisamente, ¡de oro! Sabemos bien que cada País tiene su legislación en cuanto al uso del detector de metales y sobre el comportamiento que hay que tener ante cualquier hallazgo histórico, pero cuando se trata de objetos "modernos", como por ejemplo un anillo de compromiso o una pulsera, sabemos incluso con total probabilidad que pertenecen a alguien. Alguien que, distraídamente, debe haberlos perdido. Si se tiene una pizca de moral y sentido común, se buscará localizar al propietario.
George Taylor, apasionado desde hace años por este maravilloso hobby, ha encontrado de una manera completamente casual el anillo de compromiso de una señora de 82 años, quien apenas pudo contener las lágrimas frente a esa reliquia que creía perdida para siempre.
George Taylor estaba paseando en la playa de Carnoustie, cerca de Dundee, en Escocia, con su detector de metales, en un día cualquiera. Cuando la máquina le dio una señal fuerte y aguda, no lo dudó ni un segundo y comenzó a excavar en la arena. Cuando sacó un anillo un poco estropeado, entendió rápidamente que se trataba de oro.
George ha especulado que se trataba de un anillo de compromiso, sospechas que fueron confirmadas por el grabado interno del objeto que llevaba una fecha, 1963 y las iniciales de los novios. Gracias a estas pistas, George logró rastrear a través de Facebook a la hija de la propietaria del anillo, una señora de 82 años llamada Dorothy.
Dorothy no podía creer lo que estaba escuchando: su anillo de compromiso había sido encontrado después de 33 años. En 1987, de hecho, ladrones entraron a su casa y la de su marido Andrew, mientras los dos estaban en el teatro, robándoles aquel anillo de oro y otros objetos preciosos, como la televisión y el tocadiscos. A pesar de la denuncia a la policía, Dorothy no supo más nada de aquella preciosa joya y ahora, un completo desconocido, lo había encontrado luego de todos estos años por casualidad. La anciana mujer estaba muy feliz y le pidió a un joyero que restaurara el anillo, reemplazando la piedra.
La mujer contó conteniéndose las lágrimas: "Andrew lo adoraría si estuviera aquí". George, obviamente, no podía estar más feliz con esto: gracias a su hobby preferido ha ayudado concretamente a la mujer a encontrar un objeto tan caro y precioso como su viejo anillo de compromiso.
No es la primera vez que un "detectorista" encuentra y devuelve objetos personales de valor, esperamos que esta historia sea para todos un excelente ejemplo de lo que representa este hobby.
