Un restaurante cerrado por Covid abre el local a los indigentes para darles una cama caliente sobre la cual poder dormir
Con la llegada del invierno, bajan las temperaturas en picada, las horas de la mañana y de la noche son particularmente heladas y quien paga cada vez las consecuencias son las personas menos afortunadas que nosotros, aquellas que mientras paseamos por la calle para nosotros son fantasmas, invisibles a la sociedad porque no tienen un trabajo fijo, una casa propia, un sueldo, un techo bajo el cual dormir calientes y cómodos. Por suerte, hay quien piensa también en ellos de la manera más generosa e inesperada...
via BFMTV
El restaurante se llama Les Salons des Orchidées y se encuentra en Lille, en el norte de Francia; cerrado por Covid por causa de las restricciones puestas por el gobierno del país para evitar el avance del contagio del Coronavirus, ha decidido volverse más útil para su comunidad abriendo sus puertas a clientes decididamente "extraordinarios".
El responsable del restaurante, Abdel Farrak, de hecho ha decidido de emprender un iniciativ solidaria para todos aquellos indigentes de la ciudad francesa que estaban sufriendo el frío por las heladas noches y las heladas mañanas de los meses de enero y febrero.
Les Salons des Orchidées/Facebook
El restaurante, cerrado a sus clientes habituales, hizo un anuncio sobre el propio perfil de Facebook, recibiendo aplausos de muchísimos usuarios y de simples ciudadanos de Lille; el local había abierto las puertas por la noche a quien tuviera necesidad, había ofrecido 20 camas y luego también el desayuno cada mañana.
Abdel ha contado: "La pasada noche alguien ha golpeado a la puerta. Era una persona que estaba completamente congelada de frío y tenía hambre. Le hemos dado de comer, de beber y luego le pusimos una cama para dormir."
Les Salons des Orchidées/Facebook
Un gesto solidario, de grandísimo corazón y de gran utilidad ética y social; si todos los restaurantes en pausa temporaria fueran como este joven muchacho, muchos de aquellos indigentes sin techo tendrían un local seguro, cómodo y caliente para poder evitar el hielo de las horas más oscuras; ahora, Abdel estimula también a los otros colegas suyos para hacer lo mismo, siempre que puedan: "Como todos los restaurantes, todos los salones están cerrados y la calefacción está prendida, la primera idea es justo la de recibir una, dos, tres o incluso cuatro personas, darles de comer y ayudarlas un poco con este tiempo tan frío de estos meses".
Una iniciativa admirable, que no vemos la hora pueda venir "exportada" también fuera de Francia.