"Cuando seré viejo, quiero ir a un hogar de ancianos": una reflexión que enciende un debate
El cuidado de los ancianos, especialmente los que necesitan constantemente atenciones porque no son más autosuficientes, es desde siempre un tema muy debatido y que abre discusiones sobre muchos frentes. Por un lado muchas personas expresan el deseo de envejecer confiándose en los afectos y al cuidado de la propia familia, o de los hijos y nietos, pero por otro lado hay también quien no quisiera nunca volverse un peso para sus mismos hijos. Hay quien espera "irse antes" de no ser autosuficiente y quien desea ser llevado directamente a un hogar de ancianos. Un usuario, en particular, dijo estar convencido de algo: "Cuando sea viejo, quiero ir a un hogar de ancianos".
"¿Se imaginan que un día sus propios hijos estén obligados a cambiarles los pañales?" pregunta el usuario al público virtual de Reddit, angustiado con solo pensarlo. Y que no se diga que cambiar el pañal a un niño de 6 meses equivalga a cambiarlo a un hombre de 80 años: no es la misma cosa, porque el anciano es profundamente envilecido por este trato necesario. ¿No sería entonces, más justo frente a todos, que fuera una persona externa, especializada en enfermería, a proveer ciertos cuidados y necesidades?
El usuario en cuestón ha llegado a la conclusión de preferir un hogar de ancianos digno, a la pérdida de la dignidad frente a sus hijos en el curso de la vejez. Hijos y nietos que, igualmente, deben manejar la propia vida y la de su familia, ya entre mil dificultades. Agregar un posterior peso a todo ello no parece convencer al autor de este posteo polémico.
Con su intervención, el usuario quiere buscar normalizar la elección del hogar de ancianos como solución optimista, que pone de acuerdo a todos, padres, ancianos e hijos. Contra su posición, muchos otros usuarios han comentado como es económicamente irreal que la mayor parte de las personas ancianas puedan de verdad optar una permanencia por largo tiempo en algún hogar de ancianos. Por no hablar, después, del hecho que cada hospicio debe necesariamente garantizar la seguridad y debe mantener íntegra la dignidad de cada paciente, cosa que lamentablemente no siempre sucede. Seguramente podemos estar de acuerdo sobre no querer pesar sobre los propios hijos, pero la cuestión nos parece mucho más amplia.
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