Hombre de 78 años es "adoptado" por sus vecinos: le han restructurado la casa y le preparan de comer cada día
Los ancianos son la memoria del pasado que no regresa más, pero que debe ser recordada por las generaciones futuras; nuestros abuelos o nuestros padres son la única unión que tenemos con la historia reciente y con los orígenes de nuestra familia: no nos olvidemos nunca de donde hemos venido y quien nos ha puesto en el mundo. Muchos hijos, parientes y nietos en cambio parecen olvidarlo en continuación, abandonando los propios padres y abuelos ancianos en el degrado y en la soledad más oscura. Pero por suerte, existen todavía ángeles sobre la Tierra que están destinados a salvar vidas...
Razoes Para Acreditar/Instagram
Esta es la historia de Don Roberto, un hombre de 78 años que vive en la perifería de San Paolo de Brasil, pero lamentablemente ha quedado solo; no tiene amigos y parientes que cuiden de él y que le den una mano y seguro con el estallido de la pandemia del Coronavirus y el distanciamiento social, su soledad se ha hecho siempre más profunda. Ninguno habría nunca ido a su ayuda, hasta cuando vecinos jóvenes y gentíles le han cambiado la vida para siempre...
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Antes de su llegada, Roberto vivía solo y no tenía ni siquiera electricidad y agua caliente por ejemplo; además, el hombre solitario de 78 años vivía sus días en el desamparo más absoluto: más allá de la falta de electricidad o agua caliente, Don Roberto dormía sobre un sillón incomodísimo, lejos del confort que habria debido tener una persona anciana de su edad.
Todo ha cambiado cuando han golpeado a su puerta unos jóvenes voluntariosos y gentiles, que se ofrecieron a reestructurar la casa, prepararle de comer y cuidar un poco: "¡exactamente como si lo hubieran adoptado!"
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Los jóvenes del vecindario han contado: "La situación en la que vive es muy triste y gracias a la solidaridad de un grupo de vecinos, nos hemos unido a ellos para restructurar su casa y cambiarle la vida para mejor. Roberto es una persona dulce y solo ahora acepta ayuda por miedo al Coronavirus. Desde entonces nos hemos alternado en la preparación del almuerzo y cena tomando siempre cuidados de él."
Gracias a la solidaridad y a la colecta de los vecinos, ahora Don Roberto tiene un diván nuevo, un televisor más moderno, calefacción adecuada, electricidad y agua caliente a voluntad; la casa que había antes ya no existe más, ahora el hogar del hombre de 78 años se ha vuelto un apartamento moderno y funcional, todo gracias a la cadena de solidaridad de vecinos y comunidad que lo ha "adoptado" felizmente.
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¡Esta sí que es una hermosa acción!