"Gracias por todo lo que haces cada día": organizan una fiesta sorpresa para el único mensajero del pueblo
En tiempos de crisis económica y de pandemia global, toda la comunidad humana se ha unido en señal de solidaridad y de ayuda recíproca, aunque de forma remota, cada uno hizo su parte para darle una mano concreta a los menos afortunados que ellos. Hay quien esto lo hace por trabajo todos los días, a pesar de la furia de un virus peligroso que requiere cautela y muchos sacrificios. Por este motivo quienes están en primera línea deben ser celebrados.
via TODAY
Este es el caso de Chad Turns, un mensajero UPS que nunca se detuvo en su trabajo, ni siquiera con el brote de la pandemia, el largo y difícil período de confinamiento, donde todos los ciudadanos de Dauphin, en Pennsylvania estaban encerrados en sus casas sin poder tener contacto con el exterior que no fueran imprescindibles.
Chad era el único mensajero que se ocupaba de las entregas del pueblo estadounidense, y es por este motivo que a menudo y con placer estaba obligado a hacer un doble trabajo a una velocidad y eficiencia que normalmente se le exigía a más de un colega mensajero. Por todo lo que ha hecho y que continúa haciendo por los ciudadanos de Dauphin, Chad ha sido celebrado como es debido...
El video publicado en Facebook por Adam Bryce, un ciudadano de Dauphin, muestra como el mensajero llega con su camioneta UPS y se encuentra frente a él con una verdadera sorpresa: un grupo de habitantes del pueblo de Pennsylvania que él conoce muy bien, dado que cada día entrega en sus casas paquetes y cartas: esperándolo, una pequeña multitud que lo aplaudía y que le habían guardado una torta como agradecimiento: "Todos saben lo especial que es Chad. Se piensa que alguna cosa puede ser un regalo dentro de un paquete y esto nos sucedió también a nosotros, prácticamanete no lo ha entregado cuando los niños estaban en el patio, simplemente regresó a su camioneta, y luego volvió a nuestra casa después del atardecer, porque estaba nervioso, ¡sabía que podía ser un regalo para nuestros hijos y no quería arruinarles la sorpresa!"
Digamos que, un mensajero tan atento, humano y amable, que nunca se detuvo ni siquiera durante un segundo a pesar del período de confinamiento, tenía necesariamente que ser celebrado de esta manera: ¡Chad se lo merece!