Niña de 10 años entra en la clase y regala sus zapatos a quien tiene necesidad: la maestra se conmueve
La pureza y la generosidad de los niños nos salvarán muy probablemente, considerando el nivel de cinismo a la cual muchas personas han llegado al día de hoy. Incluso los niños no hacen distinciones y saben cumplir gestos de gentileza desinteresada como pocos. Muchos adultos no estarían en grado de imitar el gesto de una niña de 10 años en una escuela de Cruzeiro do Sul, en Brasil, un gesto que ha hecho conmover a su maestra Mary Moraes. La pequeña ha entrado a la clase y le ha pedido a la maestra poder dirigirse a la clase; después del consentimiento de Mary, ha preguntado a sus compañeros quien de ellos llevaba el número 27 de calzado, porque ella tenía un par nuevos que no podía usar más.
"Yo ya calzo 28 y ya tengo otros zapatos" ha dicho a su clase la pequeña Isabel y ha preguntado quien de sus compañeros calzaba el número 27. Una niña del primer banco levantó la mano, llevaba exactamente ese número y estaba entusiasmada ante la vista de aquellos zapatos relucientes. Isabel se acercó de inmediato a la niña y luego de haberse arrodillado, le hizo probar los zapatos: ¡calzaban perfectamente!
Ambas niñas estaban contentas de compartir ese momento. Isabel apenas había hecho feliz a su compañera de clase, gracias a su gesto generoso y la otra niña en verdad estaba agradecida. "Me estoy recuperando todavía de este momento tan intenso", ha comentado graciosamente la maestra, la cual no ha logrado contener las lágrimas ante tanta generosidad.
"Podemos y debemos parecernos a los niños con estos gestos. Creo que siempre será el amor a vencer al final. Por eso, enseña a tus hijos a amar, a regalar, enséñales como respetar a los demás, porque solo así podremos aspirar a un futuro y a un mundo mejor" ha comentado la maestra. Como ella, también muchos otros usuarios han compartido el mismo pensamiento y han continuado la reflexión sosteniendo que el mundo tiene necesidad de más personas de este tipo y también más niños con un corazón tan grande.
¡Tratemos de aprender, entonces de Isabel!